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Aneto (3.404 metros), directa
Salgo el día anterior en dirección a Benasque. Siguiendo la carretera, llego a la desviación hacia el Plan de Senarta. Cojo esta desviación y comienzo a subir por la pista que, en unos 9 quilómetros de fuerte ascensión, me lleva hasta el refugio de Vallibierna, a unos 1.950 metros de altura. Aquí, junto a algunas más, planto la tienda y paso la noche. Al día siguiente salgo desde las cercanías del refugio de Vallibierna, comenzando a recorrer el llano tramo final de la pista que sube desde el Plan de Senarta. En un determinado punto de la misma encuentro la indicación para subir a los ibones de Coronas. Giro, pues, unos noventa grados hacia la izquierda y comienzo a remontar en dirección norte, entre arbolado y por terreno algo rocoso, un sendero marcado con hitos mediante el cual rápidamente gano altura.
Progreso por la derecha del barranco, en suave desnivel. Cuando al fin acaba el arbolado, llego a la pleta del ibonet de Coronas, sobre los 2.230 metros. Cruzo el lago por su margen derecho y sigo al lado del torrente que baja de los ibones de Coronas progresando, entre canchales y aún con algo de vegetación, por una ahora más pronunciada ladera, en dirección al Ibón Inferior de Coronas, situado a 2.620 metros de alto. Giro hacia la izquierda y cruzo el desagüe del lago. Después, subo por un contrafuerte rocoso en dirección al Ibón Medio de Coronas, a 2.725 metros, al que llego en menos de media hora. En este ibón se puede vivaquear, pues tiene algunas cavidades que lo permiten, o incluso se puede montar cerca del mismo alguna tienda.
Bajando del Aneto, llegando al Collado de Coronas
Ahora, bordeo este ibón por su parte izquierda, paso más tarde sobre el Ibón Superior de Coronas, a 2.750 metros, y llego al inicio del glaciar de Coronas. A partir de aquí entro ya en la nieve. El estado de la misma, pero, no ofrece ninguna dificultad. Acompañado de otros muchos montañeros que suben con el mismo destino, voy superando la nevada pendiente en dirección al collado de Coronas. Al final, llego a la base del circo, debajo mismo del collado. Trepo por un pequeño resalte, algo inestable, llegando en poco rato a la parte superior del collado de Coronas, sobre los 3.195 metros. Bordeo el Ibón Coronado y sigo subiendo, ahora con algo más de pendiente. Rodeo la Punta Oliveras-Arenas subiendo por una pronunciada ladera de nieve, en dirección ya hacia la cima del Aneto. Prácticamente en la cima acaba la nieve y entro en una parte final de roca. Al rato, encuentro el Paso de Mahoma, como siempre algo colapsado, y lo sobrepaso. A pesar de su fama, no tiene demasiada dificultad, más que nada la cantidad de gente que a menudo sube y baja por el mismo. Al final alcanzo la cumbre del Aneto (3.404 mts.), tras unas 3,30 horas de ascenso. Era la cuarta vez que subía al mismo, pero las tres anteriores había efectuado el ascenso vía refugio de la Renclusa.
El Glaciar de Aneto
Al rato, me decido a iniciar el descenso. Después de volver a cruzar el estrecho Paso de Mahoma, ahora en sentido contrario, retorno, sin muchas prisas, hacia el collado de Coronas. Paso sobre el Ibón Coronado en busca del resalte que me permita descender hacia el glaciar de Coronas. Una vez en el glaciar, y siempre entre mucho tráfico de gente, deshago el blanco camino hacia la parte inicial del mismo. Dejo la nieve y cruzo todos los ibones de Coronas en dirección al Ibonet de Coronas. Atravieso el barranco, prosigo en franco descenso y, siguiendo el mismo por su lado izquierdo, alcanzo dicho pequeño lago. Reencuentro los tramos boscosos y sigo bajando, fácilmente, hasta llegar a la confluencia con la pista inicial. Un corto tramo de pista me separa, ahora, del aparcamiento. Llego al mismo, tras unas 3 horas de bajada, cojo el coche y redesciendo la pista hasta el Plan de Senarta. Después, llego a la carretera general y prosigo el viaje de regreso a casa.
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