11.-
Montorroio (2.861 metros)
Pala Pedregosa de Llessui (2.881 metros)
Voy hacia La Pobla de Segur, Senterada y Cabdella. Subo hasta la presa de Sallente y aparco el coche al final de la misma, a unos 1.770 metros de alto. Comienzo la ascensión subiendo por el conocido sendero de la canal de Pigolo. Después de ascender los casi 400 metros de desnivel de dicho sendero llego hasta el inicio de la zona de viejas vías, en las cercanías del Estany Gento. Aquí, cercano al primer túnel, hay una fuente con una excelente agua. Sin entrar en ninguno de los túneles, inicio la subida hacia el collado de Espós. Comienzo a subir, sin sendero ni hitos pero sin pérdida alguna, por una verde ladera de pastos en la cual encuentro paciendo un ingente grupo de vacas. En algún momento intuyo algún hito y algo de sendero, pero siempre sin ninguna clase de continuidad. La subida es agradable y tranquila, pues el desnivel no es muy acusado. Pronto encuentro nuevas trazas de sendero a mi izquierda, que intuyo que provienen de la parte este del Estany Gento, desde donde sé que se inicia el camino que desde dicho lago asciende hacia la Coma de Espós. De todas maneras, subiendo por la canal de Pigolo no es necesario llegar hasta el Estany Gento. Sigo subiendo siempre con la vista puesta en el marcado collado de Espós, que aparece en todo momento frente a mí, algo hacia la izquierda. También puedo observar fácilmente, aunque en la lejanía, los picos hacia los que me dirijo. Después de atravesar un sencillo y verde contrafuerte aparece a mi izquierda la parte baja de la Coma de Espós, en la cual veo descansando un numeroso grupo de caballos. Intentando no perder desnivel voy siguiendo mi intuitiva subida hacia el collado, encontrando de nuevo algún que otro grupo de reses vacunas. Yo prosigo mi camino, sobrepasando algunas escorrentías de agua que descienden valle abajo. Encontrando más adelante sendero más marcado, voy acercándome poco a poco al collado, llegando al mismo, a unos 2.635 metros de alto, después de más o menos 1,30 horas de marcha.
Giro, después, hacia la derecha, emprendiendo el ascenso del ancho cresterío noroeste del Montorroio. Ahora sí, aparecen bastantes hitos que me marcan el mejor itinerario de acceso. El ascenso es sencillo. Ya bastante cerca de la cima aparece una parte más llana bajo un alto contrafuerte. Observo trazas de sendero que ascienden por delante del contrafuerte pero los hitos me guían hacia la derecha, haciéndome bordear el mismo. Al final subo por una pequeña canal pedregosa entre el contrafuerte, que no es más que una antecima, y la cima del Montorroio. En poco rato me planto en la cumbre del Montorroio (2.861 mts.). Tiempo hasta aquí, unas 2,30 horas. Tengo que admitir que las vistas desde esta cima son más que magníficas. Tengo a un lado la redondeada mole del Montsent de Pallars y al otro la esbelta Pala Pedregosa, y más lejanos, los picos Mainera, Tuc de Saburó y Peguera. Bajo mis pies, al noreste, los Estanys de la Mainera, y al sudoeste, el Estany Gento y los verdes pastos de la Coma de Espós. Un gran hito de piedras corona la cima, así como un vértice geodésico, que supongo que el tiempo habrá tirado, ya que aparece totalmente caído.
Después me dirijo hacia la antecima antes comentada y, ahora, desciendo directamente desde la misma por la ingente pedrera en la que mientras subía he visto las pequeñas trazas de sendero. Al final alcanzo la parte inicial del pequeño rellano, donde reencuentro los hitos y el camino más correcto. Voy descendiendo en dirección a la Coma de Espós. Una vez en el collado de nuevo, intento descubrir cuál es el itinerario correcto de subida a la cima que tengo ahora frente a mí. Delante tengo una pequeña prominencia y un pequeño collado, desde el cual un escarpado espolón accede al cresterío. Como que no veo hitos de ninguna clase, subo hasta el pequeño collado donde me detengo un rato para ver si es factible encaramarme al vertical espolón que tengo a mi izquierda. Como que no me parece muy complicado, opto por iniciar la subida. Es un muro bastante vertical pero con muchos agarres, lo cual me da bastante confianza. En poco rato, pero apoyando constantemente las manos, accedo a su parte superior donde encuentro ya la verde cresta de acceso a la cumbre.
Cima del Montorroio. Enfrente, el Montsent de Pallars
En el lado opuesto observo una inclinada ladera que, saliendo de un poco antes del collado, permite acceder, quizás aún más fácilmente, a la ancha cresta de subida. De todas maneras, ahora ya estoy en el buen camino y sigo ascendiendo por la amplia cresta pasando por algunos tramos de hierba, amenizados por enormes bloques rocosos, que no presentan dificultad alguna. Lo curioso es que en ningún momento soy capaz de observar hito alguno. Será porqué no los hay, ya que el itinerario es muy sencillo, o porqué quizás no suba por donde debo. Posiblemente no haya hitos porque la subida es evidente. Un poco antes de una primera antecima la cosa se complica un poco. Un amontonamiento de enormes bloques hace que la progresión sea lenta y dificultosa. Al no encontrar hitos, tengo que buscar la mejor manera de sobrepasarlos. Al final accedo a la antecima, cuya parte superior marca un pequeño hito. Frente a mí, tras un pequeño colladito y solo un poco más alta, veo la cumbre a la que quiero acceder. Ahora, tengo que descender de nuevo un poco entre enormes moles pétreas. Me sitúo en el collado y asciendo un rato más hacia el punto más alto del cordal. Alcanzo después, en poco tiempo, la cima de la Pala Pedregosa de Llesui (2.881 mts.). Tiempo total definitivo, aproximadamente, 3,30 horas. A mi alrededor cimas conocidas, Tort, Vidals, Mar, Peguera, Tuc de Saburó, Mainera… y lagos majestuosos, Mar, Colomina, Frescau, Gento, y otros más pequeños. Y al otro costado, la oscura prominencia del Montorroio. Es decir, todo un panorama.
Cima de la Pala Pedregosa de Llessui
Pero tengo que descender. En lugar de volver por donde he venido, cosa que más tarde lamentaré un poco, y viendo que el descenso directo desde la cima en la que estoy hacia el Estany Frescau parece factible, opto por descender directamente entre grandes canchales y algunos tramos herbosos por la ladera oeste de la Pala Pedregosa. Bajo, evidentemente sin hitos, pero con la vista puesta constantemente en el Estany Frescau y su presa que tengo en todo momento frente a mí. El descenso es muy inclinado y se hace bastante pesado. Llego, al fin, a la presa del Estany Frescau, donde observo que para llegar hasta el refugio Colomina el camino transcurre por su lado izquierdo, es decir, por el sur. Ahora intento encontrar el camino de descenso hacia el Estany Gento y aquí sí que se me complica un poco la vida. Inicio el descenso por un sendero algo hollado y con algunos hitos, pero que pronto gira hacia la izquierda y en lugar de descender, comienza a subir. Desestimo el mismo y comienzo a bajar hacia el torrente que, bajando del Estany Frescau, se desploma hacia el Estany Gento. Aunque veo algún hito esporádico, soy incapaz de hallar itinerario alguno. Desciendo, pues, como buenamente puedo, intentando en lo posible evitar encontrarme alguna parte rocosa y acantilada que me pueda cortar el paso. Poco a poco, sorteando algunas dificultades, me voy acercando a las riberas del lago que tengo enfrente. Al final, ya bajo un poco a la brava, solamente con la vista puesta en un marcado camino que, procedente de la presa del Estany Gento, observo que circunda la parte oriental del mismo. Un poco harto ya de la decisión tomada para el descenso, accedo al fin a la parte delantera del Estany Gento y a sus viejas instalaciones. Ahora, atravieso los túneles correspondientes y, después, reinicio el vertiginoso descenso por la canal de Pigolo, hasta llegar al aparcamiento de la presa de Sallente, donde está el coche. Poco más de 3 horas de descenso. Enseguida comienzo el regreso.
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