35.-

Cap del Serrat Gran (2.402 metros)

Puig de la Comabella (2.436 metros)

Tossa d,Alp (2.536 metros)

Puigllançada (2.409 metros)

Salgo con la intención de subir a la Tossa d,Alp y al Puigllançada. Son unas excursiones muy fáciles. La única complicación que he tenido es que durante toda la salida me ha acompañado un fuerte viento que no ha cesado en ningún momento. He ido en dirección a Berga y a Bagà y, en este último pueblo, he tomado la carretera de montaña que sube hasta el Coll de Pal, a 19 quilómetros de dicha población. El Coll de Pal está a una altura de unos 2.070 metros, con lo que el desnivel a efectuar hoy no será demasiado. Una vez en el Coll de Pal, aparco el coche y comienzo a caminar. Empiezo a remontar una pendiente herbosa siguiendo las marcas de un GR. Como que el día está muy claro por el viento, puedo observar perfectamente en la lejanía el Pedraforca y la sierra del Cadí. Sigo subiendo hasta una parte un poco pedregosa, en la cual el camino pasa entre unos roquedos blanquecinos. Al final de esta parte pedregosa encuentro dos o tres prominencias, con hitos en su parte superior. Al final llego a una última prominencia, ésta más alta que las demás, que no es más que la cima del Cap del Serrat Gran (2.402 mts.). Tiempo hasta aquí, 45 minutos.

 

 

Después de esta pequeña cima el sendero baja decidido hacia un collado situado unos setenta metros aproximadamente por debajo, el collado de la Comabella, para volver a remontar por el otro costado. Sigo el camino, bien marcado y señalizado, sin complicación alguna, y efectúo un par o tres de pequeñas subidas más, comenzando ya a ver el Refugi del Niu de l,Àliga y la cima de la Tossa d,Alp. Tengo a mi derecha las suaves pendientes que en invierno, llenas de nieve, conforman lo que son las pistas de esquí de La Molina y, a mi izquierda, en contraposición, la pendiente que hacia el costado contrario es mucho más brusca y abrupta. Bastante más adelante, el sendero alcanza una parte algo más llana. Aquí, me desvío un poco hacia la izquierda para efectuar el sencillo ascenso al Puig de la Comabella (2.436 mts.). He tardado otros 45 minutos desde el Cap del Serrat Gran.

De nuevo en camino, prosigo hacia arriba, con poco desnivel, hacia el enorme refugio situado cerca de la cima de la Tossa d,Alp. Llego al mismo en, aproximadamente, un cuarto de hora. Enseguida, me dirijo hacia la cercana cima. Rodeo el refugio, el cual veo que está cerrado, quizás en esta época en la que no hay nieve solo abran el fin de semana, y remonto un poco por el otro costado hasta alcanzar, en poco rato, el hito cimero de la Tossa d,Alp (2.536 mts.). Cercanos, los remontadores superiores de la estación de esquí y un repetidor radioeléctrico. La cima es un vértice geodésico.

 

Cima de la Tossa d,Alp

 

Después, sin más dilación, emprendo el descenso siguiendo el mismo recorrido. Paso cerca del Puig de la Comabella, subo de nuevo al Cap del Serrat Gran, cruzo la zona rocosa, y comienzo el descenso ladera abajo, siempre entre anchos pastizales, en dirección al Coll de Pal que ya observo bastante abajo. Llego al collado y, sin detenerme, comienzo, por el otro costado, la fácil subida al Puigllançada. La ascensión se puede efectuar por cualquier lugar ya que es un pico muy redondeado y accesible. Veo trazas de camino a ambos costados del mismo, que supongo que evitan un poco la pendiente, pero yo sigo de frente y, al poco rato, veo algún que otro hito que me marca un poco la dirección más correcta. Como que es una montaña como ya he dicho muy redondeada, la cima solo se ve cuando llegas a la misma. Es por eso que los hitos sirven un poco de guía. Después de unos 45 minutos de subida, alcanzo una parte más llana en la que ya veo el hito cimero y, después, en muy poco rato llego al mismo. Estoy, pues, en la cima del Puigllançada (2.409 mts.). A pesar de su relativa altura es un excelente mirador. Al norte, observo una buena parte del Pirineo oriental francés. Al este, todas las cimas de la zona de Núria y, al oeste, el Pedraforca y la sierra del Cadí. En la cima, además del vértice geodésico, está una especie de pesebre metálico y un buzón, para quien quiera dejar constancia de su paso por la misma.

 

Cima del Puigllançada

 

Comienzo después el descenso, ya sin seguir hito alguno, pendiente abajo, llegando al Coll de Pal en poco más de media hora. Un poco antes de llegar al mismo veo un rebeco que camina solitario. No se inmuta demasiado al verme, cosa que me extraña, pero que me permite hacerle algunas fotos. Enseguida, reemprendo el regreso en dirección a  casa.

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