7.-

Punta de las Escaleras (3.027 metros)

Pico de Añisclo (3.259 metros)

 

Voy en dirección a la zona del Valle de Ordesa y subo a pasar la noche en el refugio de Góriz, tras realizar la clásica subida al mismo por las clavijas de Soaso. Yendo sólo tengo suerte y he encontrado una plaza libre. Además, ya es la época en la que se puede subir hasta el aparcamiento sin necesidad de utilizar el autobús de Ordesa, con lo cual aparco el coche en el mismo valle, a unos 1.310 metros de alto. Tras la pernocta, al día siguiente comienzo a reseguir el camino que sube hacia el Monte Perdido, junto a una buena cantidad de montañeros. Casi sobre los 2.500 metros de altura, antes de llegar a un gran hito que se observa algo más arriba, me desvío hacia la derecha, remontando una inclinada ladera que se dirige hacia la parte superior de la cresta que conforma la denominada "ruta de las escaleras". Sobrepasada esta pendiente llego a la zona de cresta y giro de nuevo a la derecha. Voy subiendo después por la misma, con bastante inclinación y por terreno muy pedregoso, superando una serie de prominencias algo complicadas, conocidas como escaleras. Son varios resaltes, cuatro o cinco, alguno de ellos con una cierta dificultad. Es un recorrido bastante largo, monótono y pesado. Ya en la zona más alta llego a una parte de arista algo más llana, un poco alargada, que al cabo de poco tiempo me deja en la cima de la Punta de las Escaleras (3.027 mts.), la cual tiene unas estupendas vistas hacia todos los costados. Cerca de 2 horas de ascenso desde el refugio.

 

 

Sigo después por el otro lado, en dirección norte, contorneando el solitario y encerrado circo de Arrablo, en busca de la canal noroeste de acceso al pico de Añisclo, la cual no se comienza a ver hasta llegar casi a su base. Bajo posteriormente por una ladera pedregosa, en dirección oeste, siguiendo la ruta que se dirige al Monte Perdido. Al cabo de un buen rato de fácil descenso, y tras superar un pequeño hombro pedregoso, comienzo de nuevo a ganar altura en dirección al Ibón de Arrablo, o de Añisclo, por una vasta zona pedregosa con amplios retazos de nieve, teniendo siempre a mi izquierda altos paredones rocosos. Sobrepaso el ibón, situado a unos 3.045 metros de altura, por su zona norte, y voy girando cada vez más hacia la derecha hasta comenzar a divisar la canal de acceso al pico. La canal tiene un aspecto muy agreste, es bastante vertical y muy pedregosa. Me voy acercando a la misma encontrando bastantes hitos. Ya en su base la observo detenidamente y, de cerca, aún parece más fiera. Comienzo a ascender por la canal, de momento por su costado izquierdo, apoyándome en el roquedo ya que el terreno que piso está muy descompuesto y me cuesta avanzar e incluso mantener el equilibrio. Voy subiendo poco a poco, con calma y precaución. Es una canal algo comprometida e inestable. Ya casi al final cruzo la misma hacia el otro costado, superando ya los últimos y muy inclinados metros.

 

Subiendo hacia la Punta de las Escaleras

 

Llego ahora a un amplio rellano. Giro después hacia la izquierda, por terreno muy rocoso, en dirección a una pequeña brecha cercana a la estrecha arista cimera. Aunque un poco antes existe una marcada senda que lleva hasta la cima muy fácilmente, yo sigo por la arista, más directamente, hasta alcanzar al fin la cima del pico de Añisclo (3.259 mts.), o Soum de Ramond. Desde la cima hay unas vistas espectaculares del Monte Perdido y, más lejano, del Cilindro de Marboré. Aún más lejos se observa también el Taillón. Estoy en una magnífica atalaya desde la que se pueden observar cantidad de altas montañas. Hacia el sur se divisa también el magnífico y profundo surco del Cañón de Añisclo, una maravilla. Tengo a la vista además, hacia el costado oeste, la Espalda de Esparrets, los dos picos Baudrimont y la Punta de las Olas, más cercana, por debajo de mí, y la ladera de ascenso a la montaña por el costado contrario al que he llegado. Desde la Punta de las Escaleras, casi 1,30 horas más.

 

Cima del Pico de Añisclo

 

Ya de vuelta, desciendo por donde he subido. Bajo por la cresta superior en busca de la complicada canal que baja hasta el circo inferior. Recorro toda la zona hasta alcanzar la base de la Punta de las Escaleras, la cual flanqueo por su costado suroeste, ya que no es menester subir a la misma de nuevo. Al cabo de poco rato llego a la zona de las escaleras, la cual redesciendo tranquilamente superando los sucesivos resaltes, hasta llegar al punto en donde se inicia la vertical ladera que desciende hasta el camino de subida al Monte Perdido. Bajo por la misma, llego al sendero, en el que encuentro varios montañeros, y continúo camino abajo en dirección al refugio de Góriz. Dejo el mismo a un lado y comienzo enseguida el descenso por la clavijas de Soaso, sobrepaso la cascada de la Cola de Caballo y sigo recorriendo la amplia llanura por la que corre el río Arazas. Tras descender un buen rato por las Gradas de Soaso y sobrepasar la Faja de Pelay, voy llegando poco a poco a la zona inferior del valle, en donde se abre completamente la amplia llanura del Valle de Ordesa. Tras un buen rato de caminata llego al punto en donde tengo el coche, después de casi 3 horas de recorrido de regreso. Desde el mismo comienzo el regreso a casa.