37.-

Pic de Dona Pà (2.113 metros)

Pic de la Roquette (2.273 metros)

Cim dels Cums (2.305 metros)

Puig de la Collada Verda (2.404 metros)

Pic de Sethomes (2.661 metros)

Pic Oriental de Sethomes (2.642 metros)

Pic de Bassibès (2.637 metros)

Pic de Rojà (2.724 metros)

 

El macizo del Canigó, situado a unos 70 quilómetros de distancia del mar Mediterráneo, forma un conjunto muy bien definido que sobresale altivamente de las llanuras del Rossellón francés. Ya había subido, hace muchos años y quizás tres o cuatro veces, a su principal cima, el Canigó, pero ahora he querido ir a conocer otras cumbres de la zona, también muy interesantes. Además, he efectuado un largo recorrido por buena parte de este conjunto montañoso. Me he dirigido hacia la frontera de La Junquera, he entrado en Francia llegando hasta Perpinyà y, desde aquí, he tomado rumbo a Andorra. Llegado a Villefranche de Conflent he girado hacia el pueblecito de Casteil para tomar la pista que, asfaltada hasta el Coll de Jou, sube después por terreno de tierra hasta el aparcamiento situado algo por encima del refugio de Marialles. En este punto he aparcado el coche, sobre los 1.715 metros de altura.

Comienzo a subir por la pista que, con las indicaciones de Pla Guillem y Cruz de la Llipodera, se dirige hacia el sur. Es una pista amplia, con el acceso cerrado al tráfico rodado, que pasa algo elevada sobre el barranco de la Llipodera. Es un tramo del GR83, que une Mataró con la francesa población de Prades. Sigo la misma durante aproximadamente unos dos quilómetros, hasta llegar a las cercanías del viejo refugio de la Llipodera situado cerca del cauce del torrente. Aquí encuentro los hitos que me permiten subir por sendero, más directamente, y abandono la pista. Estoy todavía siguiendo el GR83. Al cabo de unos minutos de ascensión, por agradable y marcado sendero, cruzo de nuevo la pista y prosigo, después, otra vez por sendero hasta encontrar de nuevo la pista en el Collado de la Roquette, situado a unos 2.070 metros de altura. A un costado de este collado observo la denominada Cruz de la Llipodera, un enorme túmulo de piedras con una cruz de hierro en su cúspide. Ahora, tengo a mi espalda la redondeada cima del Pic de Dona Pà y a él me dirijo. Son poco más de cincuenta metros de subida hasta el mismo, que realizo en unos seis o siete minutos. Fácilmente alcanzo el mismo. Estoy, pues, en la sencilla y verde cima del Pic de Dona Pà (2.113 mts.).

Desciendo de nuevo hasta el collado y, obviando de nuevo la pista, paso cerca de la Cruz de la Llipodera y continuo por el sendero, que sube faldeando una nueva elevación, el Pic de la Roquette, en dirección al Pla Guillem. Después de un buen rato de ascensión llego a las cercanías del Pic de la Roquette y, dejando de nuevo el sendero, subo hacia dicho pico, llegando al mismo después de unos veinte minutos desde que abandonara el Pic de Dona Pà. Estoy, ahora, en la cima del Pic de la Roquette (2.273 mts.). Conforma su cima una enorme roca, y, ya desde este punto, tengo a la vista todo el enorme llano que constituye el Pla Guillem, de una gran superfície y cubierto completamente de pastos. Después, desciendo un poco yendo a buscar de nuevo el sendero por el que había subido.

Una vez en el mismo lo voy resiguiendo, viendo enseguida el refugio del Pla Guillem, situado tras una zona de rocas, del que paso algo alejado ya que yo voy en busca de la parte central de este amplio llano. Al cabo de un rato encuentro una vieja cabaña de piedras, supongo que antiguo refugio, y un enorme hito pétreo de unos dos metros de alto. Prosigo por el sendero hasta un punto en el cual dejo el mismo y comienzo a dirigirme hacia la derecha, ascendiendo hacia una cercana elevación. Es una subida fácil, sin camino alguno, pero sin complicaciones. En poco rato llego a la cima del Cim dels Cums (2.305 mts.). Desciendo por el otro costado, en muy poco rato. Llego, después, a un marcado sendero transversal. Desde aquí, hacia el oeste, se podría llegar al grupo de montañas de las que sobresalen el Puig de la Llosa, el Roca Colom, el Costabona, etc., hacia el sureste, y siguiendo hacia este punto el GR83, se iría hacia el Coll de la Regina y el refugio de Els Estables y hacia el noreste se llegaría al Pic de Sethomes y el resto de montañas del macizo del Canigó.

Como que lo tengo relativamente cercano yo, en principio, voy hacia el oeste en busca del Puig de la Collada Verda, que observo frente a mí perfectamente recortado. Comienzo a descender por un ancho camino-pista en busca de un evidente collado, la Collada dels Vents, situado a unos 2.230 metros de alto. A partir de aquí comienzo la subida, sin itinerario alguno, por zona de pastos, hasta llegar después de unos veinticinco minutos desde el Pla Guillem, y atravesando el pequeño Collado de les Voltes, a la cima del Puig de la Collada Verda (2.404 mts.).

 

 

Enseguida, comienzo el regreso hacia el Pla Guillem. Flanqueo el Cim dels Cums por su derecha y llego a un importante nudo de caminos. Sigo, ahora, de frente, marchando directamente hacia la base del Pic de Sethomes, que observo en la lejanía. Durante el recorrido por este llano paso por alguna zona de humedales en la que encuentro algunos charcos de agua. Después de otro buen rato de andadura alcanzo una zona pedregosa, después de la cual desciendo unos buenos veinte o treinta metros hasta situarme en el centro del Coll de Bocacers, éste situado a una altura de 2.280 metros. Lo que me viene ahora es una prolongada subida, de casi cuatrocientos metros de desnivel, por la ladera suroccidental del Pic de Sethomes. Aunque se puede subir directa y fácilmente sin seguir itinerario alguno, como que existe un marcado y bien señalizado camino que permite suavizar el desnivel dando algunas lazadas, yo intento reseguir dicho camino. Durante la subida comienza a soplar un fuerte y desagradable viento que me molesta bastante. Sin prisas pero sin pausa voy subiendo por la amplia ladera hasta que alcanzo, después de más de media hora desde el Coll de Bocacers, la amplia cima del Pic de Sethomes (2.661 mts.). Desde la salida hasta aquí he empleado más de 3,30 horas.

Después, prosigo por el cordal de Sethomes en busca del Pic de Rojà, que observo bastante lejano. Desciendo un poco y vuelvo a subir de nuevo hasta una nueva y cercana cima, algo más baja que su cima gemela, el Pic Oriental de Sethomes (2.642 mts.), con un enorme hito de piedras en su cumbre. Unos 10 minutos desde la cima principal de Sethomes.

Sigo por el ancho cresterío, encontrando de vez en cuando precarias trazas de sendero con algunos puntos de pintura amarilla, hasta llegar a una nueva prominencia bastante destacada, el Pic de Bassibès (2.637 mts.). El recorrido por esta parte alta del macizo es muy sencillo. Es un lomo ancho y sin complicaciones. Desde aquí, me dirijo hacia el Pic de Rojà.

Ahora, durante el recorrido hasta el Pic de Rojà, soslayo algunas nuevas pequeñas prominencias con muy poca elevación. Después de un ancho colladito, sobre los 2.615 metros de altura, comienzo la subida hacia dicha próxima cima, ésta ya de algo más de envergadura. Son poco más de un centenar de metros por una pedregosa ladera, hasta alcanzar una antecima, después de la cual una suave cresta con un par de elevaciones intermedias me deposita en la cumbre del Pic de Rojà (2.724 mts.), la cual tiene puesto también un enorme hito de piedras en su punta cimera. Desde que dejara el Pic de Sethomes hasta aquí he empleado alrededor de una hora.

 

Cima del Pic de Sethomes

 

La continuación, ahora, la veo más complicada. Mi intención era proseguir hacia las dos cimas de Tretzevents, el Pic dels Gorgs y el Pic del Roc Negre, para descender hacia els Gorgs del Cadí y regresar a Marialles por la ruta normal del Canigó, pero no lo tengo claro. Es ya muy tarde, el viento sigue apretando fuerte, aún me quedaría mucho tramo por recorrer y más complicado que lo hecho hasta ahora y, además, por terreno desconocido y en solitario. Finalmente, abandono la idea de seguir adelante, y decido volver por donde he venido, pues ya conozco el terreno. Pienso que puedo volver otra vez y subir a los picos que ahora dejo directamente desde los Gorgs del Cadí, seguro que incluso más fácilmente. Tomada ya la decisión emprendo el regreso resiguiendo de nuevo el cordal, pero ahora en sentido contrario. Desciendo del Pic de Rojà y retomo el precario sendero de vuelta hacia el Pic de Sethomes, obviando todas las elevaciones intermedias.

 

Cima del Pic de Bassibès. Detrás, el Pic de Rojà

 

Desde el Pic de Sethomes comienzo el vertical descenso ladera abajo hasta llegar otra vez al Coll de Bocacers. Después, avanzo por la parte derecha del Pla Guillem, ahora por la vía directa, en busca de la cima del Pic de la Roquette, que sobresale en la lejanía. Antes de llegar a sus cercanías paso justo al lado de la pequeña cabaña-refugio del Pla Guillem que antes había dejado algunas decenas de metros a mi izquierda, y aprovecho para sacar algunas fotos de la misma y sus alrededores. Después, camino un poco más hasta encontrar el sendero por el que había subido por la mañana y que faldea el Pic de la Roquette. Desciendo raudo por el marcado sendero hasta llegar de nuevo al collado de la Roquette para, posteriormente, tomar los dos atajos que me permiten descender más rápido sin pasar por la pista, hasta el punto donde tomo definitivamente dicha pista y en donde se encuentra la vieja cabaña de piedras de la Llipodera. Ahora, se trata solo de bajar pista abajo hasta llegar al aparcamiento del refugio de Marialles. Llego al mismo después de poco más de 2,45 horas de regreso. Desde aquí, reemprendo enseguida el regreso a casa.

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