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Pic Morto (2.903 metros)

Pic dels Feixants de Monestero (2.696 metros)

 

Vuelvo a pernoctar en Espot con la idea de ascender al Pic Morto. Al día siguiente, subo en taxi 4x4 al Estany de Sant Maurici, a 1.910 metros de alto, y, enseguida, comienzo a andar por la parte central de la presa del lago por el ancho camino que se dirige hacia el Portarró d,Espot. Dejo a mi izquierda la ruta que sube al valle de Monestero, por el que después intentaré bajar, traspasando de valle por el collado de Coté, y sigo hacia mi derecha, aproximadamente durante un quilómetro, hasta que encuentro la clara desviación por la que me adentro en el valle de Subenuix. Voy subiendo tranquilamente, observando al cabo de poco tiempo ya los picos que coronan el valle por su parte superior. Perfectamente recortados, el Pic Morto, el Pic dels Estanyets y el Pic de Subenuix, del cual de momento solo se ve su cima inferior. Después de un buen rato de subida alcanzo sobre la cota de los 2.250 metros una parte algo llana, todavía entre arbolado, que me sitúa unas decenas de metros sobre el Estany de Subenuix, azul y bastante grande, que brilla bajo las estribaciones orientales de la Agulla del Portarró. Más tarde atravieso una zona de humedales por donde mana el agua que baja del Estany Petit de Subenuix. A partir de esta zona ya comienzo a andar por zonas pedregosas. Solamente en algún tramo recorro zonas de tierra y gravilla, subiendo por marcado camino a una cubeta superior, en la que ya toda la zona está cubierta por canchales que cuelgan directamente de los dos collados superiores, el de Subenuix y el de Morto.

Me encamino hacia la izquierda en busca del collado de Morto, y me olvido del otro collado, el de Subenuix, mucho más alto y pendiente, cuya subida me hizo pasar tan mal rato en otra ocasión. Llevo más de dos horas de subida cuando comienzo a remontar el collado de Morto, situado a unos 2.790 metros de altura, y éste se me antoja muy sencillo y fácil. Cuando llego a su parte superior me siento un rato y me preparo para lo que tiene que venir. Sé que la ascensión al Pic Morto no es fácil y prefiero estar relajado para afrontarla. Según había leído, tengo que flanquear por su costado sur en dirección a un paso que me permita traspasar al lado norte. Lo que no sabía es que el flanqueo es bastante complicado, yo diría que muy complicado. Inicio el mismo siguiendo una repisa herbosa, muy estrecha, que va cercana a las paredes del pico y que tiene una buena caída hacia el otro costado. Esta repisa, cuyo ancho todo el rato oscila entre los ochenta centímetros y el metro y medio, va elevándose poco a poco por debajo de la complicada cresta que sube directamente hacia el pico, hasta un determinado momento en que se difumina y que tiende a subir hacia el cresterío. En un primer momento avanzo demasiado pues llego a una muralla rocosa que no sé cómo acometer. No encuentro manera fácil de subir por la misma sin temor a sufrir algún percance. Miro y remiro, un poco más arriba, un poco más abajo, y nada. No lo veo factible. Después, y viendo que parece que no puedo seguir más adelante, opto por retroceder para ver si existe algún posible canalón de subida que sea más sencillo.

Y así lo hago. Y descubro algo más atrás un pequeño muro, con algunas presas, cuya parte superior parece ser una especie de canal herbosa bastante practicable. Visto esto, comienzo a buscar el mejor paso para escalar dicho muro y la verdad es que consigo ascenderlo bastante fácilmente. Llego después a la canal herbosa que, aunque con bastante inclinación, me permite ascender hasta el cresterío. Alcanzo, al fin, el filo de la cresta, en un lugar que parece como un pequeño colladito, y que me permite traspasar al otro costado. Como precaución y creyendo que este sitio es el mejor, por no decir el único, que me permitirá descender hacia el collado de Morto cuando vuelva del pico, opto por poner unas cuantas piedras una encima de otra a modo de visible hito. Ahora, situado en la parte norte, que yo creí que sería la más complicada, veo que realmente no lo es tanto. Se trata solamente de faldear por encima de una ladera pedregosa, con bastante inclinación, evidentemente con mucho cuidado, pero que permite un avance realmente poco complicado. Ya bastante más arriba llego a una canal que sube verticalmente de nuevo hacia la cresta. El avance por esta canal, muy inclinada y con mucha gravilla suelta, es un poco más entretenido. Tengo que subir pegado a uno de sus costados, donde la roca es más firme. Con paciencia y lentamente consigo llegar a su parte superior, otra especie de pequeño collado que separa una punta más baja de la cima principal.

 

 

Subo primero a dicha punta más baja, ya que es un paseo muy sencillo, y observo la mole que me queda al otro lado y que de frente es imposible de subir. Habiendo leído que hay algún hito que marca el recorrido más fácil, una vez de nuevo en el collado observo si veo alguno. Efectivamente, un pequeño hito hacia la derecha del pico me indica el paso correcto. Por la derecha del pico, pues, faldeo de subida un pequeño tramo hasta dicho hito y un poco más adelante el faldeo llanea y recorro una repisa rocosa con buenos agarres de manos y pies. Además, la roca es bastante buena y fiable. Lo negativo es la caída vertical que tiene debajo. Con tiento y paciencia voy hacia el otro lado donde me reencuentro con el cresterío y en donde observo un nuevo hito. Ahora la cima está mucho más cercana. Una pequeña canal, de nuevo por la parte sur del pico, me lleva hasta un pequeño paso rocoso fácilmente superable y que me deposita definitivamente en la cumbre. Llego, pues, al Pic Morto (2.903 mts.). He tardado unas tres horas y cuarto hasta su cima y he quemado bastante adrenalina. Curiosamente, las dificultades mayores que yo creía por su vertiente norte las he encontrado en su vertiente sur. Admiro todos los picos cercanos. El Pic de Subenuix y el dels Estanyets al oeste, el Feixants de Monestero y la Agulla del Portarró al norte, los dos Encantats al noreste, los picos Peguera y Monestero al sureste, los picos Tort y dels Vidals al sur. Y otros más lejanos alrededor, como el Gran Tuc de Colomèrs, el Tuc de Bergús, el Cap o Gran Tuc de Crabes, el Tuc de Saboredo, el Pic d,Amitges, los dos Bassieros, el Montsaliente y el Pui Pla.

Después llega el momento delicado de descender. Resigo fielmente todo el recorrido que he realizado para subir pero en sentido contrario. Desciendo la entretenida y corta canal de piedra suelta hasta comenzar el flanqueo hacia el pequeño collado donde he dejado puesto el hito, mi hito. Antes de descender, ojeo un poco alrededor para ver si desde arriba observo algún otro sitio más fácil de destrepar. Pero no veo nada que me parezca más sencillo. Decididamente, opto por bajar por donde he subido. Tomo las precauciones necesarias y voy bajando por la herbosa canal hasta encontrar el paso rocoso que desciendo de nuevo con mucho cuidado. Después, llego hasta la repisa herbosa por la que voy bajando lentamente y con precaución hasta que alcanzo de nuevo el collado de Morto. Al rato reinicio de nuevo mi ruta en dirección al visible collado de Coté que observo muy abajo al final de las estribaciones noreste del Pic Morto. Evidentemente no hay itinerario alguno, ni hito de ninguna clase, pero la progresión no tiene pérdida.

 

Llegando a la cima del Pic Morto

 

Lo que hago es descender lo más cercano posible de la ladera del Pic Morto, siempre sobre grandes canchales. Al fin, llego a las cercanías del collado y observo dos canales de subida. Como sea que para la segunda he de bajar más abajo para luego remontar, opto por subir por la primera que encuentro factible. Resulta ser que no es la que sube directamente al collado y, además, está muy descompuesta y es muy vertical. Pero ya metido en faena remonto la misma y voy a parar unos metros por encima del verdadero collado. Bajo un poco hasta el mismo, situado a unos 2.550 metros de altura, y miro hacia abajo para ver la otra canal. También es muy vertical pero está menos descompuesta, y el desnivel a superar aproximadamente es el mismo. Pero bueno, ya en el collado observo los casi ciento cincuenta metros que tengo todavía que ascender hasta la cima del Pic dels Feixants de Monestero. No tiene dificultad alguna. Es una ladera de hierba que solo se complica un poco unos cuarenta metros antes de la cima, lugar en que se transforma en una cresta algo más entretenida. Subo, pues, poco a poco, hasta llegar a la altura de la zona pedregosa. Después, prosigo mi andadura, y en unos pocos minutos, sin apenas problemas, alcanzo la cima del Pic dels Feixants de Monestero (2.696 mts.). He empleado casi dos horas entre pico y pico. Aquí, aunque esta cima sea algo más baja, tengo también unas vistas espectaculares.

 

Vistas desde la cima del Pic dels Feixants de Monestero. A la derecha, la impresionante silueta del Pic Morto

 

Merece la pena resaltar el tramo de ladera que va desde la cima del Pic Morto hasta el collado de Coté, las denominadas Crestas de Sobremonestero, fáciles en su parte baja pero muy complicadas en su parte superior. Desciendo después hasta el collado de Coté e inicio, sin descanso alguno, la bajada hacia el otro costado del collado, mayoritariamente por zonas de hierba y en algunas partes entre roquedo, hasta que llego a la parte inferior donde descansa el Estany Baix de Monestero. Emprendo el descenso de nuevo, pasando por el Estany Feixant y por las verdes y arboladas partes bajas del valle, acercándome poco a poco hasta su entrada. Aquí reencuentro el camino que viene del Portarró d,Espot. Entro en el mismo y me dirijo hacia la parte central de la presa del Estany de Sant Maurici. Atravieso la misma y llego al lugar donde esperan los taxis. He empleado unas 3 horas para el regreso. Bajo después hasta Espot, desde donde emprendo el regreso a casa.