Desciendo por donde he subido y llego otra vez al collado. Durante la mayor parte del recorrido sobrepaso zonas cerradas por alambres y cintas para tener controlados los animales que se encuentran en la zona. Después, dejo una pista que va hacia la izquierda y yo prosigo por la misma pista que he llegado, de frente. Una suave y agradable subida me encamina hacia una marcada elevación superior. A mitad de ascenso dejo a mi derecha el mogote rocoso denominado La Roca Sola y continúo ascendiendo hasta alcanzar la cima del Pla de Llet (2.141 mts.), en la cual, además de un vértice geodésico, hay una especie de mirador, muy bien acondicionado, con una escalera de piedra y unas barandillas metálicas. Otros 20 minutos. Está, además, un vistoso monumento en forma de alta torre de cemento que tiene colgada en su mitad la interesante figura en hierro de un rebeco. Tras detenerme un rato en este punto y admirar las grandes vistas que desde el mismo se tienen sobre la Serra del Cadí, prosigo de frente en dirección este. Sigo, ahora, trazas de senda, en descenso y por zonas de pastos. Es una bajada sencilla, con poco desnivel. Encuentro de nuevo muchas reses vacunas apacentando por la zona. Bastante abajo alcanzo un somero collado, el Coll de Comptador, a unos 1.955 metros de alto. Al otro costado se encuentra una pequeña elevación, también muy arbolada. Comienzo a subir hacia la misma. Es un ascenso muy fácil y corto, y llego enseguida a la cima del Turó del Comptador (2.001 mts.), también conocido como Roc de Farinoles. Media hora más.

Cima del Pla de Llet, con su bonito mirador

Casi sin detenerme, vuelvo sobre mis pasos. Tras subir de nuevo por el mismo sitio del descenso, dejando el mirador del Pla de Llet a mi izquierda, vuelvo a descender hacia el Coll de Queralt. Dejando el tramo de pista por la que había llegado antes hasta aquí, tomo otra que va hacia la izquierda. Comienzo a subir por la misma y acabo llegando a otra pista más importante, justo en un collado, el Coll de Dalt, a unos 2.100 metros de alto. Comienzo a recorrer la misma hacia el oeste y sobrepaso una pequeña cabaña de piedras, hasta que alcanzo otro somero collado, el Coll de la Font d,Aristot, a cuyo costado se encuentra la Font d,Aristot. Aquí dejo la pista y me dirijo en ascenso hacia el sur, por una zona muy poco inclinada. En poco rato, siguiendo rastros de senda, llego a la redondeada y amplia cima del Turó de Costa-rèvol (2.194 mts.), con un mojón de piedras en la misma. Casi una hora desde el Turó del Comptador. Más al sur, no demasiado lejana, se observa una nueva y marcada elevación. Prosigo hacia la misma.

La sencilla cima del Turó del Comptador

Tengo que descender, siguiendo de nuevo rastros de camino sobre la hierba, durante un buen rato. A medio camino sobrepaso una zona más rocosa y, poco después, comienzo a subir de nuevo. Otra corta subida me deposita, después de unos 15 minutos desde la cima anterior, ahora, en la cima de La Moixeronera (2.121 mts.), con otro mojón pétreo en la misma y una caseta de piedra cercana, y con una gran caída hacia el sur sobre la arbolada zona del Bosc de la Peguera.

Ahora, vuelvo atrás. Comienzo de nuevo el ascenso hacia la pista principal y acabo llegando, al cabo de un buen rato, otra vez a la Font d,Aristot. Desde aquí, siguiendo algunos tímidos hitos comienzo a ascender por el otro costado, hacia el norte. La hierba va dejando poco a poco paso a zonas de rocas y grava, al tiempo que la pendiente aumenta. Ya cerca de la nueva cima a la que voy, sobrepaso una prominencia con un palo de hierro hundido en un montón de piedras y entro en una amplia zona de cresta de canchales sueltos que me lleva definitivamente hasta la cima del Turó Punçó (2.495 mts.), con espléndidas vistas a todos lados. En la amplia cima un gran poste de hormigón con unas piedras planas sobre el mismo, y otro poste de granito, perfectamente trabajado. Casi otra hora hasta la misma.

Cima del Turó Punçó