12.-

Maladeta  (3.308 metros)

Pico Abadías (3.279 metros)

 

Marcho hacia el refugio de la Renclusa, siguiendo la clásica ruta de Balaguer, Benabarre, Graus y Benasque. Después tomo el autobús de La Besurta, y desde aquí, a unos 1.895 metros, comienzo a subir al refugio. Llego al mismo, a 2.140 metros de alto, casi a la hora de la cena. Ceno y me voy a acostar. Al día siguiente, salgo del refugio sobre las 7 de la mañana. El día se presenta bueno y es cuestión de aprovecharlo. Inicio la subida hacia el Portillón Superior, en fuerte pendiente y con una temperatura muy agradable. A pesar de haber subido otras veces en dirección al Portillón Superior, me equivoco de hitos y, en lugar de ir hacia la cresta, me encuentro ya muy adelantado por su parte baja, como si quisiera subir al collado de la Rimaya. Pienso que no tiene más importancia y que cuando llegue a la altura del Portillón Superior ya me dirigiré hacia el mismo. Pero cuando me doy cuenta ya lo he sobrepasado, y he de volver sobre mis pasos. Por suerte no había subido tanto, y al poco rato diviso el pluviómetro que está a escasos metros por encima del Portillón Superior. En poco rato llego al mismo. Llevo unas 2 horas de subida.

 

A partir de aquí, la clásica vista del glaciar de Aneto, bastante flojito de nieve, con el hielo a la vista. Desciendo un poco, y me dirijo, sin entrar en el glaciar, en dirección suroeste, progresando por las morrenas y neveros que cubren el borde oriental de la cresta de los Portillones. Al acercarme al Collado Maldito, cambio de dirección y giro hacia la derecha, sobre los 3.150 metros de altura. Unos tres cuartos de hora desde el Portillón Superior. A partir de aquí, siempre por terreno pedregoso, remonto la pendiente, bastante vertical, que me llevará, en aproximadamente otra media hora, a la depresión del cresterío, a unos 3.250 metros de alto. Esta depresión es la que separa el Pico Abadías de la Maladeta. Me dirijo hacia la derecha, en dirección a la Maladeta. He de trepar por una cresta algo complicada y aérea. Para evitar los peores obstáculos hay ciertos hitos marcando el camino por la vertiente de Cregüeña. Llego, al cabo de un rato, a una cota secundaria, a unos 3.295 metros de alto, la cual precede a la cima. A partir de aquí, en unos pocos minutos, ya alcanzo la cumbre de la Maladeta (3.308 mts.). Tiempo total de ascensión 3,30 horas.

 

Cercanías de la cima de la Maladeta

 

Aquí encuentro a otros dos montañeros que me ayudan con las fotos de rigor. Conversamos, comemos algo y descansamos un poco. Ellos han subido por el collado de la Rimaya. Al cabo de un rato, emprendo el camino de vuelta hacia la depresión que me llevará al Pico Abadías. Cuidando de no errar el camino, para ir por el sitio más practicable, en poco tiempo llego al collado. De nuevo en el collado, la trepada hasta el Pico Abadías es más fácil. En cuestión de 10 minutos, aproximadamente, alcanzo la cima del Pico Abadías (3.279 mts.). Tiempo total aproximado desde el refugio, unas 4 horas.

 

En dirección a la cima del Pico Abadías

 

Tras un breve descanso, comienzo el descenso. Lo hago por el mismo camino. Desciendo al conocido collado y, desde el mismo, bajo por el pedrerío. En lugar de ir tan cercano a la cresta de los Portillones, y a pesar de no llevar crampones, me decido a ir a buscar algo de nieve y hielo. Paso por el límite que separa el glaciar de las rocas, lo que me permite avanzar algo más rápido. Pero, pronto, viendo que me alejo de mi buena dirección, abandono definitivamente el glaciar y, pisoteando rocas y más rocas, voy en busca del paso hacia la otra vertiente a través del Portillón Superior. Luego, la clásica bajada hacia La Renclusa, siempre durilla. Esta vez, pero, por el camino correcto. En menos de 3,30 horas estoy de vuelta en el refugio. Un buen descanso, arreglar todo lo pendiente, y de bajada hacia La Besurta. Tomo el autobús que me lleva al aparcamiento, llego al coche, y me pongo en camino ya de regreso.