8.-
Llena de la Garganta (2.597 metros)
Pico de Aspe (2.645 metros)
Pasando por Lérida y Huesca, voy a pernoctar a Jaca. Al día siguiente, atravesando las poblaciones de Castiello de Jaca y Borau, llego hasta el pueblecito de Aisa. Atravieso la población y sigo en dirección norte. Tras unos seis quilómetros más, por zonas de bosque, entro en una amplia zona de valle. Un poco antes la carretera se convierte en pista y acaba llegando al punto conocido como El Rigüelo, en el cual se halla el aparcamiento de La Cleta, a unos 1.480 metros de altura, donde dejo el coche. Comienzo a caminar siguiendo una empedrada pista que va subiendo hacia los llanos de Napazal, desde los que ya se intuye un poco el itinerario de ascenso. Al poco de haber iniciado la marcha, abandono la pista y comienzo a reseguir un marcado sendero que observo a mi derecha. Paso al costado de una pequeña construcción, el refugio de Saleras, y continuo resiguiendo el mismo. Cruzo, después, el barranco de Igüer que vierte sus aguas en el cercano barranco de Estarrún, el cual desciende formando unas magníficas cascadas. Posteriormente, y conforme voy ascendiendo, siguiendo todo el rato unas marcas blancas y verdes, me voy acercando a un punto en donde hay un paso estrecho entre roquedo, a partir del cual entro de lleno en el clásico paisaje kárstico tan característico de la zona. Más o menos una hora hasta aquí.
Sobrepasada esta zona estrecha, continuo por un tramo de senda menos marcado recorriendo un terreno mayoritariamente erosionado, de un color blanquecino. Al cabo de un rato llego a un punto en el que hay dos posibilidades de ascenso, justo al costado de un pequeño abrevadero para el ganado. Un sendero marcha hacia la izquierda, ascendiendo por el contrafuerte del valle. Otro va hacia el margen derecho, atravesando el valle por el centro. Yo opto por la primera opción. Voy ascendiendo, con bastante inclinación, por una ladera rocosa, superando algún promontorio intermedio. Realizando algunas trepadas en mi recorrido, no demasiado complicadas, y progresando por un terreno con algunas pequeñas simas más o menos profundas y pequeñas elevaciones, con inclinadas paredes, típico de zonas calizas, me voy acercando poco a poco hacia el collado del Paso de la Garganta de Aspe. Ya muy cerca del mismo, pero sin acabar de llegar del todo voy, ahora, hacia el oeste en busca de un paso que es clave para subir al Llena de la Garganta, por debajo de altos paredones que se desprenden de su cima y que son infranqueables. Tras recorrer un buen rato una zona casi llana observo, cercano ya, dicho paso. Es bastante evidente en la subida, pues tiene puesto un gran hito de piedras en su parte superior. Ya en el mismo comienzo su ascenso. Es poco complicado. Es una corta canal muy vertical de unos 8 ó 10 metros de altura, con buenos agarres. Ya arriba, giro hacia la derecha y comienzo a recorrer una rocosa ladera, con una pendiente bastante constante y algunos retazos de hierba, y con algunos hitos que señalan el mejor paso. Al cabo de un buen rato de ascenso llego a la rocosa cima del Llena de la Garganta (2.597 mts.), con un gran hito piedras en la misma y con buenas vistas hacia el Pico de Aspe. Casi 1,30 horas más de progresión.
Ladera final de acceso al Llena de la Garganta
Vuelvo sobre mis pasos descendiendo por la ladera, cuidando mucho de encontrar el importante paso que me ha de permitir descender de la zona rocosa. Regreso, después, hacia el collado del Paso de la Garganta de Aspe. Ya en el mismo, a unos 2.425 metros de altura, tengo mi segundo objetivo, en dirección este y relativamente cercano. Voy, pues, hacia la derecha, progresando por la vertiente occidental del pico. Comienzo a remontar una ladera bastante pendiente, de nuevo con lajas pedregosas, la cual en su centro es más herbosa y por el mismo sube un sencillo sendero. Al cabo de un rato llego a un tramo en general aún más rocoso y, después, a un pequeño collado. Traspasado el mismo, una pala final muy inclinada y rocosa me deposita, al cabo de poco rato, en la cima del Pico de Aspe (2.645 mts.), con su característico buzón y el vértice geodésico, de nuevo con unas fantásticas vistas. Otra hora de progresión.
Cima del Pico de Aspe
Después, comienzo el regreso. Para hacer una variante decido ahora descender por la otra ruta de acceso al pico. De nuevo entro en la zona kárstica, ahora un tramo de roquedo algo más largo. A mitad de la bajada llego a una especie de chimenea en la que tengo que prestar bastante atención. Sigo, posteriormente, perdiendo altura, y recorriendo la caótica zona, hasta llegar al final de la zona de karst, encontrando ya sendero. Ahora solo tengo que desandar lo andado anteriormente hasta llegar de nuevo a la zona del Llano del Nazapal, y, después, acabar de recorrer el camino que, tras sobrepasar el refugio de Saleras, me ha de llevar hasta donde tengo el coche, en el parquing de La Cleta. La vuelta me ha llevado algo más de 2 horas. Cojo el coche y regreso.
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