2.-

Diente de Llardana (3.085 metros)

Tuca Forau de la Neu (3.080 metros)

Pavots ó Tucón Royo (3.121 metros)

Diente Royo (3.010 metros)

 

Paso la noche en el refugio Ángel Orús, situado a unos 2.095 metros de alto, después de aparcar el coche en la Aigüeta de Eriste, a unos 1.495 metros de altura, y remontar toda la Bal d'Eriste, en busca del mismo. Son unos 600 metros de desnivel y, aproximadamente, 2 horas de ascensión. Al día siguiente inicio la subida en dirección al Posets. El camino está muy bien marcado. No hay pérdida. A partir de un cierto cruce de caminos, desde el cual podría dirigirme hacia la cresta y las cumbres de Bardamina yendo hacia la derecha, o hacia el Posets yendo hacia la izquierda, yo me desvío hacia esta dirección. Progresando en dirección noroeste penetro en la Bal de Llardaneta, después de cruzar el torrente por un paso señalizado.

 

 

El camino correcto prosigue en dirección al Ibón de Llardaneta, a 2.650 metros de alto. Voy hacia el mismo, lo bordeo por su derecha y sigo el curso del torrente de Llardaneta hasta su comienzo, llegando al final a una cubeta glaciar, oscura y solitaria, que se encuentra entre el cordal que desde los picos de la Forqueta sube hasta el Posets y el cresterío en el que se halla el Diente de Llardana. Desde aquí es muy fácil subir a la Tuca del Forau de la Neu, para seguir después hasta los picos Pavots y Diente Royo, pero ya que quiero también subir al Diente de Llardana, comienzo por este último.

 

Cima del Diente de Llardana

 

Al final del rellano que constituye la cubeta glaciar en la que estoy metido, un pedrerío muy vertical y algo suelto me permite, no después de algunos resoplidos, alcanzar el Collado del Diente, situado a unos 3.010 metros de alto, pero llegando en el sentido contrario al camino normal. Llegado a este collado, la imponente mole del Diente de Llardana parece inaccesible. Es una torre vertical de unos sesenta metros de alto, imposible de atacar de frente. Hay que utilizar el flanco oriental, utilizando una especie de repisas escalonadas que discurren por terreno de hierba y roca, en algunos casos algo verticales. Aquí es muy importante no tener vértigo. Al final salgo por un corto corredor a la arista cimera que no tiene ninguna complicación, llegando enseguida a la cumbre del Diente de Llardana (3.085 mts.). Después, vuelvo a descender hasta el collado del Diente y reemprendo el camino por el pedrerío anterior en dirección a la desolada cubeta glaciar en la que antes había estado. Cuando llego a la altura de la cresta que, en suave ascenso, llega hasta la Tuca Forau de la Neu, inicio la subida por la misma llegando a la cima de la Tuca Forau de la Neu (3.080 mts.) en unos escasos veinte minutos. Desciendo de la Tuca Forau de la Neu por el lado contrario, llegando hasta un colladito, a unos 3.060 metros. A partir de aquí abandono la algo complicada cresta de subida al cresterío principal y, siguiendo en diagonal, sin perder casi altura, me dirijo en poco rato al collado de Pavots, a 3.095 metros de altura. Progresando por el cordal, hacia el sur, llego enseguida al Pavots, también llamado Tucón Royo (3.121 mts.). Desde el Pavots desciendo por una pegregosa cresta hasta un pequeño resalte, a unos 3.040 metros de alto aproximadamente. Siguiendo la mencionada cresta, utilizando en algún momento las manos, llego en poco tiempo a la pequeña cima denominada Diente Royo (3.010 mts.). Hasta aquí he empleado unas 3,30 horas.

 

Cima del Pavots

 

Siguiendo por la cresta desde la que vengo llegaría a la Forqueta de Eriste, para llegar posteriormente a los picos de la Forqueta. De todas maneras es un recorrido bastante complicado, con algunos pasos difíciles. Por mi parte, comienzo la bajada directamente por la cresta de la izquierda que se dirige, en franco descenso y pasando por la parte superior del Ibón de Llardaneta, hacia la Bal de Llardaneta. Esta cresta, sin ser sencilla, tampoco impone muchas dificultades. Al poco de superar el Ibón de Llardaneta alcanzo de nuevo el camino que baja del Posets. A partir de aquí camino conocido y cómodo, y tranquilo descenso hacia el refugio Ángel Orús. Sobrepaso, después, el refugio, y bajo hacia la Pleta del Estallo y la Aigüeta de Eriste, donde tengo el coche, para emprender el camino de vuelta. Unas 2,45 horas de descenso.

 

La impresionante Diente de Llardana, aparentemente inexpugnable

Crea tu propia página web con Webador