Vuelvo atrás y desciendo por donde he subido. Llego de nuevo al collado intermedio y comienzo a ascender por su otro costado. Es una subida muy pendiente por tramos recortados y rocosos. Al cabo de un buen rato alcanzo una zona algo menos inclinada y, después y en poco tiempo, llego a la cima del Puigmal de Llo (2.801 mts.), desde la cual una alargada ladera desciende hacia el noroeste. Una media hora desde la cima anterior.

Comienzo a descender por la misma, que separa el Clots del Segre, a la derecha, de la Coma Dolça, a la izquierda, siguiendo hitos. Es un descenso básicamente por zonas de hierba, con algo de roquedo. Tras sobrepasar una prominencia intermedia, la inclinación aumenta. Bastante más abajo la ladera se tiende, y acabo llegando a una especie de amplio collado, a unos 2.570 metros de altura. Desde el mismo, una corta subida por zonas de piedras me deja, en poco rato, en la rocosa cima del Puig de Coma Dolça (2.588 mts.). Otros 45 minutos.

Desciendo por su otro costado. Al cabo de un rato los hitos me envían hacia la derecha, en busca de un sendero que baja directamente hacia el Pic de Segalera. Pero yo sigo todavía por la cresta, con vistas a una marcada elevación que tengo frente a mí, algo lejana todavía. Comienzo ahora a recorrer un tramo bastante llano pero con algunas prominencias intermedias, al tiempo que entro ya en una zona de claro bosque. Al cabo de un buen rato de progresión llego al hito cimero de la Tossa d,Er (2.353 mts.). Más de media hora desde el Puig de Coma Dolça.

Cima del Puigmal de Llo

Desciendo por su otro costado, siempre en dirección norte y entre arbolado. Tras un inclinado descenso llego al Coll de Segalera, situado a unos 2.170 metros de alto, en donde encuentro el marcado camino al que antes no había descendido. Dejando el mismo, que se dirige hacia la izquierda, yo sigo de frente por un sendero menos marcado, con muy poca inclinación, hasta que llego a la sencilla cima del Pic de Segalera (2.189 mts.). Media hora más.

Vistas desde la cima de la Tossa d,Er