A partir de este ibón ya se divisa la chimenea por la cual la ascensión al pico es menos dificultosa. Está situada en la cresta que desde el sur asciende hasta el Boum. Siguiendo en dirección a la misma, subo por una pedrera muy vertical de canchales algo sueltos, hasta llegar a su base. Al principio la canal es muy vertical. Arriba del primer tramo, el más complicado, hay un anclaje de rappel. Subo como puedo, vigilando mucho donde me agarro, ya que el vacío es importante. Superado el escarpe donde está montado el anclaje de rappel trepo hasta una cornisa. Después continuo hacia la izquierda y el ascenso se vuelve menos complicado. Después de superar un par más de canales verticales pero con buenos asideros, llego a la cresta por una horcada. Una vez en la cresta evito su filo por la derecha, siguiendo hitos y siempre con vistas al valle de Remuñe. Tras trasponer otra pequeña brecha, aparece la cima. En unos minutos alcanzo la cima del Boum (3.006 mts.), tras casi 3 horas de subida. El ascenso final ha sido algo complicado.

Subiendo hacia el Boum

Al rato, inicio el descenso. Siempre con mucho cuidado, desando lo andado durante la subida. Al llegar al anclaje de rappel creo que la bajada por la canal es algo más peligrosa que la subida y, ya que llevo una pequeña cuerda, decido usarla. Quizá no hubiera sido imprescindible, pero al menos ha valido como quitamiedos y para bajar más tranquilo. Llego a su base, recojo la cuerda y bajo por el pedregal que me lleva hasta el Ibón de Boum de nuevo. Deshago el camino de subida, de nuevo entre pedreras y grandes rocas. Llego, después, a la herbosa ladera que me ha de llevar en duro descenso hasta las inmediaciones del Ibonet de Remuñe. Retomo el camino principal que atraviesa el valle de Remuñe y acabo llegando al aparcamiento. Unas 2,45 horas de descenso. Cojo el coche y vuelvo de regreso.