1.-

Punta Lourde Rocheblave (3.104 metros)

Torre Armengaud (3.114 metros)

Pico Oriental de Clarabide (3.012 metros)

Clarabide (3.020 metros)

Pico Occidental de Clarabide  (3.008 metros)

Pico de Gías (3.011 metros)

 

Salgo hacia Benasque. Prosigo un poco más arriba, pasando por el camping Itxeia, hasta que encuentro la desviación que me indica la entrada al valle de Estós. Me desvió hacia el valle y en poco más de un quilómetro alcanzo la zona de aparcamiento, a unos 1.290 metros de altura. Enseguida comienzo a andar en dirección hacia el refugio de Estós. La subida al refugio de Estós no por conocida me resulta menos agradable. Es uno de los valles más bonitos del Pirineo. Tranquilamente, por ancho camino, alcanzo en media hora la cabaña de pastores de Santa Ana, a 1.540 metros de alto. Dejo a un lado el camino a Batisielles y, después de cruzar un par de pasarelas, alcanzo las cercanías de las Gorgas Galantes. Más tarde, atravesando una verja de hierro, que siempre permanece abierta, llego en unos minutos a la cabaña del Turmo, ésta a 1.730 metros, también cabaña de pastores. Cruzando de nuevo otra pasarela sobre el río Estós paso a su margen derecha y, siguiendo un muy bien arreglado sendero, voy llegando al límite del arbolado. Después de andar un buen trecho, observo ya frente a mí, aún algo lejano, el refugio. A partir de aquí el camino es casi llano. Atravieso el torrente de Gías que baja manso casi por delante del refugio y llego al mismo, a unos 1.895 metros de altura, después de unas 2 horas de subida.

Me levanto temprano y, preparado con el piolet, inicio la ascensión. El sendero sale por detrás de los aseos del refugio y va en busca del torrente de Gías. El camino "oficial" cruza hacia la derecha del torrente, pero es tal el deshielo que éste baja muy fuerte y hoy es prácticamente imposible cruzarlo. Como que ya debe de hacer tiempo de este problema, un pequeño mojón de piedras indica la manera de seguir subiendo sin cruzar el mismo. Poco a poco se ha hecho un camino alternativo el cual ha comenzado a quedar bastante marcado. Memorizo el tema para estar preparado para el momento del descenso. Un poco más arriba tengo que cruzar el torrente de nuevo y otra vez el mismo problema. Tengo que apañarme como puedo. Ahora sigo subiendo por la izquierda del torrente por una ladera herbosa algo inclinada recorriendo los hitos que me acercan a un sumidero de aguas, sobre los 2.430 metros. Aquí, me desvío hacia la izquierda en dirección a los dos ibones Inferiores de Gías, situados sobre los 2.480 metros de alto, a los que llego en pocos minutos. A partir de aquí el valle se ensancha mucho. Sigo subiendo, rodeando los ibones por su derecha, siguiendo las marcas que, por terreno bastante inclinado, se dirigen al Ibón Superior de Gías. Cada vez las vistas son más espléndidas y poco a poco me voy acercando al nuevo ibón.

Llego, más adelante, al Ibón Superior de Gías, a 2.640 metros. Originariamente subía con la idea de recorrer el cresterío de los Gourgs Blancs, subiendo por la brecha que separa el Gourgs Blancs del Jean Arlaud, para intentar hacer estas dos cimas juntamente con la Punta Lourde Rocheblave y la Torre Armengaud. Pero al final cambio de planes y me dirijo hacia el collado de Gías para subir por el otro costado. El azul del agua del ibón es intenso y el paisaje es de una belleza absoluta. Rodeo el lago por su izquierda y voy remontando sucesivas palas de nieve sin excesiva pendiente, que puedo ir recorriendo sin usar los crampones. Atravesando neveros y algún tramo rocoso de vez en cuando, llego al fin al collado de Gías, a unos 2.920 metros. Atravieso la parte superior del collado, a rebosar de nieve, y voy en dirección al cresterío que se abre a mi derecha. Por entre un enorme pedrerío y con un fuerte desnivel, siguiendo algunos contados hitos, voy ascendiendo hacia la cresta, llegando en poco rato a la misma. Siguiendo luego la cresta, llena de grandes bloques de piedra pero fácil, alcanzo en unos minutos la cima de la Punta Lourde Rocheblave (3.104 mts.). Tiempo de ascenso total hasta aquí, unas 2,30 horas. Desde este pico se observa perfectamente con toda su majestuosidad la atormentada cresta de los Gourgs Blancs. Enfrente, muy cercana, la Torre Armengaud. Algo más lejos, enhiesto, el Gourgs Blancs. A mi derecha, magnífico, el Posets.

 

 

Después, pensando en el posiblemente complicado descenso por la brecha del otro lado en la que antes había observado mucha nieve, decido llegarme solamente hasta la Torre Armengaud y, si me da tiempo, intentar subir a los picos de Clarabide y Gías. Me dirijo, pues, a la Torre Armengaud. La subida a este pico, sin ser excesivamente complicada, requiere además de atención saber escoger el camino correcto. Hay más de una vía de ascenso, pero alguna es muy peligrosa, ya que cualquier error puede ser fatal. Al fin cojo la que creo es la ruta más correcta y, encaramándome como puedo entre los bloques de granito que conforman el pico, llego hasta la cima de la Torre Armengaud (3.114 mts.). Desde aquí observo la caótica arista que conduce al Gourgs Blancs. Veo también algunos hitos más abajo, como si hubiera una especie de ruta que viene del collado de Gías. De todas maneras tampoco creo que sea demasiado fácil. Dejo el Gourgs Blancs para otro día, cuando haya menos nieve y subiendo por la brecha del otro costado. Desciendo con cuidado de la Torre Armengaud, pero en lugar de volver por el mismo itinerario, bajo directo hacia el sur para ver si encuentro alguno de los hitos que me ha parecido ver desde arriba. Efectivamente, hay hitos y trazas de sendero que parecen dirigirse al Gourgs Blancs, pero por su vertiente sur. En otra salida posterior pude comprobarlo perfectamente. Habiendo tomado ya la decisión de dejar el Gourgs Blancs, sigo los hitos en sentido contrario, y al final voy a parar de nuevo al collado de Gías. Cruzo el nevero por su parte superior y enseguida encuentro el fácil sendero que, zigzagueando por la vertiente noreste de los Clarabides, me permite subir sin ninguna complicación al Pico Oriental de Clarabide (3.012 mts.). Las vistas son magníficas. Desciendo un poco para volver enseguida a ascender por una ancha loma al Clarabide (3.020 mts.), al que llego en escasos minutos. También en poco tiempo más y, ahora, descendiendo de nuevo un poco, alcanzo el Pico Occidental de Clarabide (3.008 mts.).

 

Llegando a la cima del Gías

 

Después, regreso al Clarabide, pero un poco antes de llegar al mismo me desvío hacia la derecha efectuando un pequeño descenso hasta la brecha de Gías, a una altura de unos 2.950 metros. Vuelvo a subir un poco dirigiéndome al otro lado del pico, donde atravieso un pequeño nevero que da acceso a una corta canal. Al final, trepo por la misma hasta la cima del Pico de Gías (3.011 mts.). Tiempo total por las alturas, más o menos una hora.

 

Subiendo hacia el Clarabide Oriental

 

Después, comienzo el descenso. Retorno a la brecha de Gías y, ahora, desciendo directamente hacia el collado de Gías sin tener que volver de nuevo a ninguno de los Clarabides. Después, bajo decidido y directo hacia el Ibón Superior de Gías. Lo bordeo por la derecha y sigo bajando hasta los ibones inferiores. De nuevo sigo descendiendo, resiguiendo los hitos que me encaminan directamente hacia el lecho del torrente de Gías. Sigo bajando por la derecha del torrente hasta llegar al punto donde se tiene que cruzar. Otra vez el mismo problema, que solvento como puedo. Cuando el camino, ya casi encima del refugio, atraviesa otra vez el torrente, recuerdo que en la subida una pequeña desviación me ha permitido esquivarlo. Esta vez no me equivoco y de esta manera evito el trance de mojarme. Poco después, giro hacia la derecha y ya vislumbro el refugio. Llego de nuevo, pues, en poco rato, al refugio de Estós. He empleado unas 2,15 horas en la bajada. Deshago, después, de nuevo, el estupendo camino que, atravesando el valle de Estós por entre magníficos rincones, me devuelve al aparcamiento situado en los barracones de Estós. La bajada desde el refugio se hace un poco larga y pesada. Ya en el coche emprendo el camino de vuelta a casa.

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