6.- Bachimala

 

Los picos que conforman la zona del Bachimala están en gran parte comprendidos en la zona Axial, predominando los granitos, entre grandes restos de los períodos silúrico y devónico. Las formas del relieve tienen su impacto primero en la clase de roca y en los pliegues de las montañas, roturas tectónicas, cabalgamientos y corrimientos de masas de rocas, modificado todo esto por la erosión posterior. Además de la erosión debida a las aguas, ha tenido gran trascendencia  la acción erosiva y acumulativa del glaciarismo, sobretodo en alturas superiores a los 2.500 metros. En la periferia de los antiguos glaciares, o en los mismos pero en períodos posteriores, cuando las grandes masas de hielo ya habían desaparecido, actuaron los efectos del periglaciarismo. Gran  consecuencia ha tenido la gelifluxión periglaciar en todas las laderas. En las cabeceras fluviales, con los materiales paleozoicos graníticos y permotriásicos, la acumulación de colusiones es grande, teniendo menor consecuencia la acción hielo-deshielo en los territorios calcáreos. Las precipitaciones acostumbran a ser importantes durante todo el año, incluso en la temporada de verano. De noviembre a febrero, e incluso marzo, las precipitaciones, evidentemente, son de nieve. Actualmente no quedan restos de ningún glaciar en toda la zona.

En zonas donde dominan las calizas cretácicas, duras y de difícil descomposición, los árboles, aunque por el clima podrían darse, no acaban de sobrevivir. En suelo adecuado y a singulares alturas, entre las coníferas, aparece el pino negro y, más abajo, el pino silvestre. Bastante más abajo, robles, abedules, avellanos, olmos y fresnos, sobretodo en los fondos de los valles. Como sotobosque, boj y rododendro. En las partes llanas, donde existen amplios prados, predominan las festucas.

 

Cima del Pico del Puerto de la Pez

 

En cuanto a fauna podemos encontrar algunas aves como el gorrión alpino, la chova piquigualda y la perdiz nival. En los pastos alpinos y subalpinos proliferan la marmota y el armiño. En los altos roquedos las especies a destacar además de los ágiles sarrios, son el águila real, el quebrantahuesos y la lagartija pirenaica. La fauna de los ríos, arroyos, ibones, fuentes y zonas encharcadas en general está formada por especies endémicas como el omnipresente desmán de los Pirineos y el tritón pirenaico. Cerca de los cauces de agua encontramos algunas nutrias. La zona suele ser a menudo refugio de especies protegidas como el mochuelo boreal, el urogallo, el zorro, el jabalí y la ardilla.

Las máximas alturas representativas de la zona, de sur a norte, comienzan en la Punta del Sabre, pasando al Gran Bachimala, el más alto de la zona, y los que le siguen en la cadena, la Punta Ledormeur, la Punta del Ibón, el Pequeño Bachimala, el pico Marcos Feliu y el Abeillé. Siguiendo hacia el oeste, se levantan los picos De la Pez y del Puerto de la Pez. Más solitarios, y formando parte de la cadena que sigue la dirección noroeste, se encuentran las tres cimas del pico Culfreda, la oriental, la central y la occidental, y aún más al norte, aunque siguiendo el cresterío, el solitario Lustou.

Algunos refugios importantes son el de La Soula, el de Tabernés, el de Puyarruego, el de Prat-Cazeneuve y el de Viadós, que comparte utilidad con la zona del Posets.

 

Refugio de las Granjas de Viadós

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