Es el Subenuix un lago muy bonito, bastante grande, rodeado de altos paredones y de un color verde azulado. Voy siguiendo mi andadura encontrando al cabo de un rato el torrente que baja hacia el Estany de Subenuix procedente de los otros pequeños lagos situados más arriba. Llevo poco más de una hora y cuarto de camino. Después de llanear un rato el camino se empina de nuevo y comienza a difuminarse. Un poco más arriba encuentro el Estany Petit de Subenuix, junto a algún otro de poca entidad, en una zona de humedales. Sigo subiendo en dirección a una cubeta rocosa que intuyo bastante más arriba. Ni que decir tiene que a partir de aquí la roca es lo que predomina. Solamente algunos hitos de vez en cuando me marcan el camino más factible. Unos metros antes de llegar a la cubeta rocosa, subo por una ladera bastante inclinada en la que el camino aparece también bastante marcado. Al final llego a una pequeña plataforma de roquedo. Más adelante el itinerario vuelve a aumentar el desnivel, y camino constantemente sobre grandes rocas que hacen cada vez más dificultosa mi ascensión. Desde aquí tengo una espectacular vista sobre el lugar al que me dirijo. A mi derecha, enhiesto y muy vertical, el rocoso muro noroeste del Subenuix. En el centro, el Pic dels Estanyets, afable por su parte sur, pero con una caída casi vertical por esta parte norte. Y a mi izquierda, alargado y estrecho, todo el cresterío que se dirige hacia la cima del Pic Morto, cuyo aspecto es bastante agreste. Y entre los tres picos, los dos collados. A la derecha el collado de Subenuix, al que ahora me dirigiré, y, a la izquierda, el collado de Morto.

Parte intermedia del ascenso

Pero lo bueno aún está por llegar. Unos ciento cincuenta metros por debajo del collado de Subenuix, la pendiente se acentúa muchísimo. Las grandes rocas dan paso a canchales más pequeños y, por esta razón, también más sueltos. Comienzo a remontar la dura pendiente, deteniéndome de vez en cuando a descansar un poco. La subida se las trae. Después de pelearme con esta vertical tartera, dando de vez en cuando un paso hacia adelante y dos hacia atrás, consigo alcanzar su parte más alta. Estoy en el collado de Subenuix, a 2.850 metros de altura. Tiempo hasta el mismo 2,45 horas. Reemprendo la subida, ahora ya por el fácil cresterío que conduce a la cima del Subenuix, que solamente se complica un poco ya casi en su parte final, donde tengo que descender un poco hacia la izquierda para reencontrar la cresta, ya que me corta el paso una zona rocosa bastante alta y muy vertical. Ya de nuevo en la cresta, por terreno algo complicado, pero siguiendo pequeños hitos, subo de nuevo un pequeño tramo que me deja ya en la cima del Pic de Subenuix (2.949 mts.). Tiempo total de ascensión, algo más de 3 horas. La cumbre está formada por tres grandes bloques, aproximadamente de la misma altura, donde existen hitos cimeros en el primero y en el último. El primero es la cima principal. Cerca de la misma, y sujetas a una cuerda, unas cuantas banderas pequeñas y triangulares, recordando las conmemoraciones y ofrendas de las religiones orientales que tanto abundan en la zona del Himalaya. Me llama la atención una pequeña roca con el nombre del pico, su altura y la fecha en que se escribió, realizados con un rotulador negro. Es muy reciente pues aparece una fecha que indica el 12 de agosto de este año 2.013.

Después reemprendo el camino de descenso, de nuevo por la cresta, hasta el collado, con la intención de subir al Pic dels Estanyets. La subida a este pico es muy sencilla y sólo son cerca de 50 metros de desnivel. Llego, pues, a la cima del Pic dels Estanyets (2.891 mts.). Desde el Subenuix he tardado, aproximadamente, unos 20 minutos.

Llegando a la cima del Pic de Subenuix

Ahora voy hacia el este, en dirección al collado de Morto. Desde el mismo comienzo el vertical descenso hacia el valle de Subenuix. Bajo con cuidado la infernal y vertical pedrera, que aunque sea desde el otro collado sigue siendo igual de complicada, hasta alcanzar bastantes metros más abajo una zona más tranquila aunque también bastante molesta. Poco a poco el recorrido se pacifica. Llego a la zona donde se hallan los pequeños lagos y zonas húmedas. Sigo bajando hasta colocarme por encima del principio del fotogénico Estany de Subenuix. Sigo descendiendo hasta encontrar la zona en la que el camino se vuelve más agradable. Al cabo de un tiempo llego al aparcamiento de los taxis, tras casi 3 horas de descenso. Bajo otra vez a Espot, cojo el coche y vuelvo a casa.