4.-

Espalda de Marboré (3.073 metros)

Pico Occidental de la Cascada (3.095 metros)

Pico Central de la Cascada (3.106 metros)

Pico Oriental de la Cascada (3.161 metros)

Marboré (3.248 metros)

 

Como quiera que conseguir plaza en el refugio de Góriz es bastante difícil, me decido a probar la opción del bus de Nerín. Reservo, pues, ida y vuelta en el autobús montañero de Nerín y además la estancia de dos noches en un albergue de dicha población. Tras pernoctar en el mismo, al día siguiente me levanto muy temprano para coger el autobús que sale a las siete de la mañana. Quedo sorprendido cuando veo que es un vehículo muy grande, de 52 plazas, y más aún cuando descubro que las pistas por las que se accede a las cercanías de los miradores de Ordesa, a pesar de tener como es lógico muchas curvas, tienen un piso casi perfecto y están muy bien acondicionadas. Después de bajar del autobús, que nos deja a 2.150 metros de altura cerca de los Miradores de Ordesa, todos nos encaminamos hacia el refugio de Góriz, hasta el que aún queda aproximadamente una hora y media. Yo, en las cercanías del refugio, me desvío hacia la derecha, siguiendo un poco mi intuición, para intentar ganar desnivel sin llegar a Góriz, y observando por donde sube el trillado camino de Góriz al Monte Perdido. Creo que gano algo de tiempo, y sobretodo desnivel, pues llego al camino principal sobre los 2.350 metros de altura.

Un vez en dicho camino, el clásico deambular de montañeros, la mayoría de los cuales va en dirección al Monte Perdido. A los 2.500 metros de altura dejo a mi derecha el itinerario que, subiendo una corta pero vertical canal, llega hasta una especie de colladito a partir del cual se va hacia la Punta de las Escaleras, al mismo Monte Perdido por la denominada Vía de las Escaleras, o al Soum de Ramond, por el glaciar de Ramond. Yo prosigo mi andadura hasta un pequeño muro de piedra donde hay que emplear las manos, alcanzando un poco más tarde la llamada Ciudad de Piedra, formada por una multitud de enormes bloques pétreos situados irregularmente. Después de atravesar esta zona, sobre los 2.750 metros de altura, cruzo el barranco que baja del lago Helado, bastante escaso de agua, y giro totalmente hacia la izquierda en dirección a la visible Faja Roya, sobre la cual aún aguanta algún nevero.

 

 

Subo por toda esta faja dándole la vuelta a los altos paredones que se desprenden de la parte sur del Cilindro de Marboré, para finalmente girar de nuevo hacia la derecha adentrándome en el territorio delimitado por los picos a los que me dirijo y la parte oeste del mencionado Cilindro de Marboré. Primeramente subo por camino marcado con hitos, siempre bastante cerca de las paredes del Cilindro. Más tarde subo por una vertical repisa a la parte superior de una especie de faja pétrea que asciende, con moderada inclinación y en dirección izquierda, hacia la Espalda de Marboré y el pico Occidental de la Cascada, abandonando el itinerario que, siguiendo de frente, me permitiría subir directamente al Marboré. La subida, aunque fácil, es larga. Me voy acercando poco a poco al cresterío, llegando a un llano collado que separa ambos picos.  Me dirijo primero hacia la izquierda, en dirección a la Espalda de Marboré (3.073 mts.), a la que llego después de unas 4,30 horas, siempre contando desde las cercanías del Cuello Gordo, donde nos ha dejado el bus de Nerín.

 

Avanzando hacia el Pico Oriental de la Cascada

 

Ahora marcho en dirección contraria, es decir hacia la derecha, resiguiendo el cresterío y teniendo siempre bajo mis pies el valle de Gavarnie. El tramo hasta el próximo pico es muy sencillo y rápido, llegando en poco menos de 15 minutos al pico Occidental de la Cascada (3.095 mts.). Prosigo, descendiendo unos 70 metros, hasta una horcada para subir por el otro lado, por camino bien marcado y por su ladera sur, hasta una pequeña brecha que separa las dos puntas en que acaba el blanquecino pico Central de la Cascada (3.106 mts.), también denominado pico Brulle, empleando más o menos otros 15 minutos hasta el mismo. Después, sigo camino en dirección al próximo pico. Un pequeño espolón rocoso me impide ir directamente a la brecha que me separa del pico Oriental de la Cascada. Algunos tímidos hitos llevan hacia la parte baja de dicho espolón por donde discurre el camino. De todas maneras, sobre el espolón y sin descender del todo, observo una pequeña y vertical canal que permite sin muchas dificultades acceder a la brecha. Bajo por la misma, plantándome más rápidamente en la horcada.

 

El Pico Occidental de la Cascada

 

Ahora toca subir de nuevo. Visto de frente impresiona un poco. Tiene una especie de lajas de color marrón claro, bastante verticales y manchadas con una especie de puntos blanquecinos que le dan el aspecto de haber recibido una suave nevada. Al menos eso es lo que a mí me pareció. A pesar de todo tiene muy buenos agarres y la progresión se me hace fácil. Después de apoyar un rato las manos alcanzo, después de unos 20 minutos, la cima del pico Oriental de la Cascada (3.161 mts). Ahora me dirijo hacia la última cima de esta larga cresta. Debo de descender de nuevo un poco hasta una fácil horcada, para comenzar a subir por el otro lado por una pedregosa loma, por un sendero marcado con hitos, que, zigzagueando, se va encaramando a la parte superior del pico. Sin ninguna dificultad alcanzo en poco menos de media hora más la cima del Marboré (3.248 mts.). La cima del Marboré es extraordinariamente amplia y llana. Está completamente formada de pequeñas rocas de color marrón claro, que forman una gran explanada. Yo diría que es una cima algo curiosa.

 

Cima del Pico Central de la Cascada

 

Paso, después, hacia el otro lado de la amplia cima para observar la cara norte del Monte Perdido, el valle de Pineta, el lago Helado de Marboré y las cimas de los Astazus. Al cabo de un rato comienzo a descender hacia la Faja Roya, ahora ya directamente por la falda sur del Marboré. Voy siguiendo algunos hitos que me van marcando el camino más fácil y directo. Siguiendo los pasos más practicables, llego a tropezarme con algún residual nevero que atravieso sin ninguna dificultad, hasta llegar de nuevo al punto donde por la mañana me he desviado hacia la Espalda de Marboré. Ahora prosigo por el marcado camino que me lleva hacia la Faja Roya. Más tarde, continúo el descenso hacia el refugio de Góriz. Dejo atrás la Ciudad de Piedra y comienzo a descender el barranco de Góriz, siempre acompañado de numerosos montañeros que acarician la gloria del Perdido. Llego por fin al refugio, y es tal la cantidad de gente que está en sus inmediaciones que hay numerosas tiendas de acampada plantadas a su alrededor, además de una bulliciosa multitud descansando y tomando el sol. He empleado unas 2 horas para el regreso.

Después, reanudo el camino en dirección al Cuello Gordo, donde nos ha de recoger el autobús. Llego a este lugar´y, tras esperar un rato, subo al autobús y bajamos de nuevo hacia Nerín, regresando al día siguiente a casa.

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