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Pico De la Pez (3.024 metros)

Pico del Puerto de la Pez (3.018 metros)

 

De nuevo paso la noche en el refugio de Tabernés, a 1.740 metros de altura. Hay tanta gente que alguno tiene que dormir fuera. Me levanto temprano y comienzo la subida en dirección a los ibones de Bachimala. Desciendo un poco hasta cruzar un puente que permite atravesar hasta la margen izquierda del torrente. El camino, muy marcado y suave, alcanza al poco la cabaña de Culrueba. Posteriormente, con un recorrido prácticamente llano, llega hasta el Vado de Bachimala, a 1.800 metros de altura, confluencia de dos torrentes. Alcanzo, pues, el Vado de Bachimala y cruzo de nuevo el torrente principal, esta vez hacia la derecha y también por un puente, pero ahora de madera. Al otro lado está instalado un pluviómetro. Cerca de él, el camino se bifurca. Si siguiera el torrente principal, estaría en la ruta del Puerto de la Pez. Yo voy hacia la derecha e inicio la subida al barranco de Bachimala, al principio en medio de un espeso arbolado y con gran pendiente, y al poco rato a través de una herbosa ladera.

 

 

Al cabo de unos tres cuartos de hora, aproximadamente, se llega a un punto importante del itinerario. No hay que seguir de frente por la parte más suave de la ladera, al lado del torrente. En este punto, hacia los 2.200 metros de altura, hay que estar al tanto de un pequeño hito, seguido de otro bastante más lejano, que se divisa a la izquierda entre la hierba. No hay camino evidente pero, hito tras hito, la ruta se encarama por encima de las estribaciones que bajan directamente de la cumbre del Gran Bachimala. La pendiente al principio es fuerte. Después, una vez atravesada la parte final de la cresta al Gran Bachimala, cuando la hierba se transforma en pedregales, la pendiente se suaviza y el camino aparece más marcado, aunque algo inestable. Alcanzo después una nueva ladera, muy amplia, donde el itinerario vuelve a empinarse. A partir de aquí, sobre los 2.450 metros, ya se divisa al fondo el Pico De la Pez. Atravesada la ladera, teniendo enfrente el barranco del Ibón que baja directamente de los ibones de Bachimala, llego al primero de ellos. Hasta aquí, unas 2,45 horas.

 

Subiendo hacia el Pico del Puerto de la Pez

 

A partir de aquí hay dos posibilidades: dar un pequeño rodeo por la parte superior del ibón y con menor desnivel, o subir directamente hacia el cresterío que se dirije a los picos De la Pez y del Puerto de la Pez, con mayor pendiente. Yo opto por subir por un lado, el más suave, y descender por el otro. Doy el pequeño rodeo y, en menos de media hora, me planto al pié de la canal que va a buscar una horcada en el cresterío. Esta canal, descompuesta y muy vertical, me hace sufrir bastante. Poco a poco, alcanzo la horcada, a 2.890 metros de alto. Desde esta horcada, que da a la parte opuesta de donde vengo, se divisa perfectamente el Puerto de la Pez y la cresta que se enfila desde él directamente hasta el Pico del Puerto de la Pez. Ahora, tengo delante la parte final de cresta que me ha de llevar hasta el Pico De la Pez. Parece muy difícil, pero no es así. Al principio me dirijo hacia el lado del Puerto de la Pez para salvar los primeros tramos, más aéreos. Después, una vez alcanzado el filo de la cresta, sigo la misma sin muchas dificultades hasta llegar a una cota secundaria. Una vez pasada ésta, alcanzo en poco rato el Pico De la Pez (3.024 mts.). En unos minutos, salvando la pequeña depresión que separa las dos cimas, llego al Pico del Puerto de la Pez (3.018 mts.). Tiempo total de ascenso, sobre las 3,30 horas.

 

Vistas desde la cima del Pico de la Pez

 

Disfruto del panorama y, en breve, comienzo el descenso. Voy en busca de la horcada de la canal siguiendo la cresta. Desde la horcada inicio el descenso de la canal, descenso mucho más descansado y rápido que la subida. Enseguida que puedo giro hacia la derecha para seguir de frente sin dar el rodeo de la subida. Evidentemente, se gana tiempo. Al poco estoy ya en el Ibón Inferior de Bachimala. Deshago el camino, siempre con el Gran Bachimala cercano observándome, y vuelvo a encontrar el camino más hollado que viene del collado de la Señal de Viadós. Lo sigo hasta el Vado de Bachimala. Es un lugar muy bonito. Después, sigo el descenso hasta llegar en poco rato de nuevo al refugio de Tabernés, al que llego tres 2,30 horas de regreso. Cojo el coche y para casa.