8.-

Piton SW del Cilindro (3.194 metros)

Cilindro de Marboré (3.328 metros)

 

Voy hacia Ordesa con la intención de subir al Cilindro de Marboré y su Pitón SW, utilizando el autobús de Nerín, pernoctando dos noches en este pueblo. Tras pasar la primera noche cojo el autobús, que me deja a unos 2.150 metros de altura, justo sobre el valle de Ordesa. Comienzo a andar en dirección al refugio de Góriz, resiguiendo los bancales superiores del valle, atravesando el Cuello Gordo y teniendo siempre enfrente la visión de todas las principales montañas de esta zona. Tardo algo menos de 1,30 horas en hacer el recorrido y, sin necesidad de llegar hasta el mismo refugio, comienzo a subir enseguida que puedo, faldeando un poco en dirección al camino que se divisa desde lejos y que es el que viniendo de Góriz sube hacia el lago Helado. Llego a dicho camino a una altura de unos 2.300 metros. Aquí ya comienzo a encontrar algunos montañeros que suben camino arriba, supongo que cada uno con destinos diferentes, aunque mayoritariamente hacia el Monte Perdido.

Después de remontar algunos pequeños escarpes rocosos, el camino se dirige hacia la izquierda, entre hierba y canchales, llegando sobre los 2.500 metros de altura al punto desde el que se asciende hacia la Punta de las Escaleras y, más tarde, hasta el Monte Perdido, por la precisamente llamada “vía de las escaleras”. Ahora ya subo todo el rato entre canchales y piedras sueltas hasta llegar a un pequeño muro en el que tengo que ascender por una pequeña canal oblicua, algo inclinada. Poco a poco me voy acercando hasta la conocida Ciudad de Piedra, sobre los 2.700 metros de altura, zona de enormes bloques de roca, pero llena de numerosos hitos marcando el sitio más fácil para atravesar. Recorrida esta singular zona, alcanzo un rellano que, en dirección hacia la izquierda, me llevaría hacia los picos que están sobre el circo de Gavarnie, siguiendo el itinerario que va por encima de la Faja Roya.

Yo prosigo de frente en dirección hacia la derecha y voy a buscar un pequeño escalón que accede a una cornisa, que observo que lo han arreglado con unas cadenas, supongo que por el peligro que puede ofrecer la roca si está mojada. La subida es sencilla y, poco a poco, me voy encaramando hacia el pequeño balcón en donde descansa el bonito lago Helado que, al parecer, aporta aguas subterráneas a la celebre cascada del circo de Gavarnie. Sin alcanzar el mismo me desvío hacia la izquierda, como si quisiera dirigirme hacia la faja que, por debajo de las estribaciones del Pitón SW del Cilindro y a una altura de unos 3.000 metros, se encamina también a la parte más alta del circo de Gavarnie. Enseguida que puedo atravieso una pequeña cresta y entro en el vertical y pedregoso corredor que sube hacia el collado de separación del Pitón SW del Cilindro y el Cilindro de Marboré. Es éste un corredor fácil pero de canchales bastante sueltos, en el que la progresión se hace dificultosa. En algunos puntos miro de subirme a alguna barra rocosa por la que remonto la pendiente de manera más segura. De todas maneras, durante toda la subida, el corredor se las trae.

 

 

Poco a poco, con paciencia, alcanzo su parte superior llegando al mencionado collado de separación de las dos cimas a las que me dirijo. En este collado descanso un rato, mientras observo la célebre pared vertical en la que están las dos canales de acceso a la cresta suroeste del Cilindro de Marboré, viéndolas al principio algo complicadas. En la de la derecha, bastante inclinada, observo una cuerda que llega hasta su mitad y, al final de la misma, en un pequeño repecho, dos puntos de anclaje pintados en rojo para asegurar una nueva cuerda hasta abajo. Pero me olvido de momento de las canales y me dirijo hacia la izquierda para subir, muy fácilmente y en poco tiempo, a la cima el Pitón SW del Cilindro (3.194 mts.). Unas 2 horas más de recorrido.

 

Collado de separación entre el Pitón SW del Cilindro y el Cilindro de Marboré

 

Al cabo de un rato, bajo de nuevo hacia el collado y observo detenidamente ambas canales. Ya he leído que la de la izquierda es algo más fácil, pero voy a comprobarlo. Comienzo a subir por la misma y, efectivamente, es bastante sencilla. Aunque algo vertical, las presas para manos y pies son abundantes y, en general, seguras. En poco rato llego a una parte superior donde el desnivel mengua y, enseguida, alcanzo la cresta de acceso al pico. Esta cresta es muy sencilla y agradable. Los hitos marcan perfectamente el camino. Un poco más tarde alcanzo el famoso pequeño muro vertical que constituye la última complicación antes de alcanzar la cima. Tiene unos 3 ó 4 metros de alto y las presas escasean. Pero, realmente, es solo cuestión de estudiar un poco la manera más sencilla de subir sin arriesgarse demasiado. Además, supongo que cada cual atravesará el paso de una manera distinta según sus habilidades y su manera de interpretar el mismo. De una manera u otra el ascenso no representa un gran problema y, ya en su parte superior, el itinerario se convierte en una fácil subida por una pequeña pendiente sin dificultad alguna. Después de un pequeñísimo descenso el camino vuelve definitivamente a remontar hasta alcanzar la parte final de la subida. Llego, después, enseguida a las cercanías de la cima, alcanzando en poco rato la cumbre del Cilindro de Marboré (3.328 mts.). Casi una hora desde la cima del Pitón SW del Cilindro.

 

Llegando a la cima del Pitón SW del Cilindro

 

Después, comienzo el descenso. Llego al muro complicado, lo desciendo a mi manera y sigo cresta abajo hacia la parte superior de las dos canales previas al collado. Desde arriba observo la canal derecha, la más vertical y de la que prende una cuerda, y veo que ciertamente es algo difícil. Sin el apoyo de alguna cuerda no ha de ser muy sencilla ya que las presas escasean y la roca se ve bastante lisa y pulida. A pesar de que yo me he traído una cuerda de 30 metros por si acaso, no la voy a utilizar ya que después de haber ya subido por la canal izquierda he llegado a la conclusión de que su descenso tampoco me ha de deparar grandes dificultades. Efectivamente, sin muchos problemas y en poco rato, me sitúo de nuevo en el collado. Después comienzo a bajar hacia el lago Helado por el deteriorado corredor, que ahora en descenso se me antoja más fácil.

Una vez en el lago Helado comienzo el descenso final hacia el refugio de Góriz. Sobrepaso la cornisa con las cadenas, cruzo de nuevo siguiendo los hitos la Ciudad de Piedra, bajo por el corto corredor oblicuo que permite salvar el pequeño muro posterior y llego a la desviación de la Punta de las Escaleras. Más tarde, voy recorriendo el resto de graderíos que, entre retazos de hierba y pedrerío, me va acercando al refugio. Descanso un buen rato en el mismo y, después, continúo hacia los Miradores de Ordesa. El regreso me ha llevado unas 3 horas. Bajo en el autobús hasta Nerín, pernocto en el pueblo y al día siguiente, de buena mañana, comienzo la vuelta a casa.

 

Tramo complicado en las cercanías de la cima del Cilindro de Marboré

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