4.-

Cabalera (2.900 metros)

Culfreda (3.034 metros)

Culfreda Central (3.028 metros)

Culfreda Noreste (3.032 metros)

 

Subo en dirección al valle de Gistaín. Una vez tomada la desviación hacia el valle, sigo subiendo en dirección a los pueblos de Plan y San Juan de Plan. Desde este último pueblo, un buen camino me lleva en dirección a los refugios de Viadós y Tabernés. Son unos 8 quilómetros de camino apto para coches hasta encontrar la desviación hacia el refugio de Viadós. Yo sigo de frente, sin desviarme. La pista se complica un poco pero, a paso muy lento, consigo llegar sin ningún problema al refugio de Tabernés. Desde la desviación a Viadós son unos dos quilómetros más. Duermo en el refugio, 1.740 metros de alto. Al día siguiente, un poco antes de amanecer, me levanto y comienzo a subir en dirección al Vado de Bachimala. Al principio, el camino es prácticamente llano. Hasta llegar al Vado de Bachimala solo gana unos pocos metros de desnivel.

 

 

Paso junto a la cabaña de Culrueba y, siempre al lado del río de la Pez, me voy acercando al Vado de Bachimala, a unos 1.800 metros. Aquí dejo a mi derecha el camino que me llevaría de frente hasta el Gran Bachimala y toda su cresta hasta el Abeillé o, algo más adelante buscando la dirección izquierda, hacia los picos de la Pez. Yo voy hacia la izquierda buscando la ladera por la que discurre el barranco de la Madera. Un marcado sendero me eleva, poco a poco, en medio de un tupido bosque, hacia el cresterío que tengo enfrente. El desnivel, sin ser escaso, tampoco es agotador. Más tarde el arbolado deja paso a vegetación más pequeña y, después, llego a unos verdes praderíos.

 

Cabaña de Culrueba

 

Después de unas 1,30 horas de marcha llego al pié de la larga cresta hacia los picos de Culfreda. Dejo a un lado el camino que me llevaría hacia el Puerto de la Madera y me desvío a la derecha siguiendo el itinerario, ahora con más desnivel, que me ha de conducir al Puerto Cabalera. En unos 50 minutos más alcanzo la depresión que conforma el Puerto Cabalera, a unos 2.525 metros. Ya situado en la cresta, giro hacia el norte en dirección derecha. Después de una pequeña cota inicial, que sobrepaso por la vertiente de Rioumajou, la cresta se acentúa un poco, pero no resulta nada complicada. Al rato, llego al pico denominado Cabalera (2.900 mts.). Más tarde, he de descender de nuevo un poco hasta un ancho collado, sobre los 2.850 metros, a partir del cual vuelvo a recuperar altura. Siguiendo la cresta, evito primero un promontorio. Después, de una manera muy fácil, prosigo por el filo del rocoso cresterío. Sin complicación alguna, en poco rato alcanzo la cumbre del Culfreda (3.034 mts.). Las vistas a cualquier lado son generosas y bonitas. Pero aún no he terminado todo el trabajo. Frente a mí, las cimas de los otros Culfredas me invitan a visitarlas. Decidido, sigo de frente por la fácil cresta. Una brecha separa el Culfreda del Culfreda Central. Tras salvar la misma, me planto en unos minutos en el Culfreda Central (3.028 mts). Posteriormente, sobrepasando de nuevo una pequeña brecha, alcanzo la cima del Culfreda Noreste (3.032 mts). Tiempo total hasta aquí, 3,15 horas.

 

Cresterío de los Culfredas

 

Ahora toca regresar. Retomo la cresta en dirección al Culfreda Central y, de nuevo, al Culfreda. Desando el camino por la cresta hasta el Cabalera y sigo descendiendo por la cresta, con algo más de desnivel, hasta el Puerto Cabalera. Desde aquí bajo de nuevo hacia el barranco de la Madera, hasta llegar posteriormente al Vado de Bachimala. Ahora, un corto paseo por llano y herboso camino me conduce en algo menos de media hora hasta el refugio de Tabernés. Tiempo total de descenso, casi 3 horas. Cojo el coche y retorno por la pista en dirección hacia San Juan de Plan y Plan, y sigo por el valle de Gistaín hasta llegar a la carretera general. A partir de aquí, el largo regreso a casa.

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