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Pic Occidental de Cambradase (2.711 metros)

Cambradase (2.750 metros)

 

Voy a intentar subir a los dos picos de Cambradase, que se encuentran encima de la francesa estación de esquí de Eyne 2600. La situación de los mismos hace que desde la parte española queden muy lejos y su ascensión sea demasiado larga. Me dirijo hacia Puigcerdà por la collada de Toses. Desde aquí entro en Francia por Bourgmadame y continuo en dirección a la pintoresca población de Mont-Lluís. Un poco antes encuentro la desviación que me conduce hacia el pequeño pueblo de Eyne. Después, prosigo hacia las pistas de esquí de la estación de Eyne 2600 y, al final de la zona asfaltada, aparco el coche, más o menos sobre los 1.700 metros de altura. Comienzo a andar, siguiendo aún la pista, ahora de tierra y que zigzaguea varias veces. En un determinado momento llego a un punto desde el que he de comenzar a subir por la inclinada ladera que tengo enfrente, que no es más que la parte final de una de las pistas de la estación de esquí. Con cantidad de pinos a ambos lados sigo subiendo por dicha pista de esquí, con un gran desnivel y cruzándome en todo momento con varios cañones para fabricar nieve y otras instalaciones propias de una estación de esquí, hasta alcanzar aproximadamente los 2.400 metros de altura, donde finaliza la pista y comienza una ancha ladera. Debe de ser una pista negra, ya que me ha hecho sudar de lo lindo.

 

 

Ahora, un pequeño sendero me lleva hacia la parte más ancha de la ladera, por la cual subo a través de pastizales, siguiendo multitud de hitos, excepcionalmente grandes, supongo que para que la gente no se desvíe demasiado de su objetivo ya que la zona de subida es ciertamente muy amplia. Al cabo de unos minutos encuentro un enorme hito, que pasa de los dos metros de altura, que parece ser la madre de todos los hitos. Sigo ascendiendo la ancha ladera, siempre con hitos enfrente, hasta llegar a las cercanías del pico Occidental de Cambradase. En algunos tramos encuentro algo de sendero, pero mayoritariamente avanzo campo a través. Después de un buen tramo de sencilla subida final, alcanzo la cima del Pic Occidental de Cambradase (2.711 mts.). Es un pico modesto, con dos montones de piedras en su parte superior.

 

Cima del Pic Occidental de Cambradase

 

Después, prosigo mi camino. Ahora desciendo un poco hasta un pequeño colladito y, enseguida, comienzo de nuevo a subir en dirección al Cambradase. Subo, después, un poco más, hasta llegar a la parte más alta del ancho cresterío. A partir de aquí una nueva cresta se dirige hacia la izquierda. Sigo la misma, algo más entretenida que lo que he venido haciendo hasta ahora, y, en poco rato, subiendo un corto tramo más, alcanzo la cima del Cambradase (2.750 mts.). Observo, algo lejana, la Torre d,Eina y el Roc del Boc y la cresta que une los mismos y, aún más lejanas y cubiertas por espesas nubes, muchas de las cimas que componen el circo de Núria. El recorrido total hasta el Cambradase me ha llevado unas 2,45 horas.

 

Llegando a la cima del Cambradase

 

Después de un buen rato de estancia en esta pequeña atalaya, comienzo de nuevo el regreso. Deshago el camino hasta el cruce de aristas y desciendo un poco en busca del camino que, situado un poco más abajo del cresterío, siguiendo hacia el sur me llevaría hasta la Torre d,Eina y el circo de Núria. Yo lo tomo en sentido contrario, en dirección al ancho lomo que sube desde las pistas de esquí de Eyne 2600. El sencillo descenso me va permitiendo ver perfectamente y durante todo el rato, ya que la visibilidad hacia el norte es bastante clara, frente a mí y en la lejanía, la mayoría de cimas de las zonas del Canigó y del Carlit. Al cabo de un cierto tiempo de descenso, llego al inicio de la ancha pista de esquí por la que tendré que bajar. Comienzo la bajada, observando el gran desnivel que realmente tiene. Como que además la inclinación, que es mucha, yo creo que al menos de 45 grados de media, es casi constante, el descenso se me hace muy pesado. Es una bajada aburrida y desagradable. A veces cruzo la pista lateralmente para hacer que el desnivel parezca menor. Poco a poco, sin prisas pero sin pausa, voy acercándome al sitio donde he de reencontrarme con la pista que me ha de llevar hasta el aparcamiento. Llego a dicha pista, que para mí representa un gran descanso, y comienzo a andar por la misma. Efectúo las dos desviaciones pertinentes y llego, al fin, a la parte final de la estación de esquí donde tengo el coche. El regreso lo he realizado en unas 2 horas. Después, continuo el camino hacia la frontera española. Subo otra vez la collada de Toses y regreso a casa.

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