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Gran Facha (3.005 metros)
Punta Lagardère (2.990 metros)
El día anterior había subido al Balaitús, por la Brecha Latour. Paso en el refugio de Respomuso el segundo día consecutivo y, al día siguiente, me levanto pronto, desayuno, e inicio la ascensión. Salgo del refugio en dirección hacia el este. Sigo las marcas del GR11 y, tras un pequeño repecho, más tarde el camino pierde algo de altura, pasando cerca del viejo refugio de Piedrafita, que es el refugio que existía en la zona antes de construirse el refugio de Respomuso, dirigiéndose hacia la amplia y verde cuenca del Ibón de Campo Plano, situado a unos 2.180 metros de alto.
En sus alrededores encuentro los restos de una presa sin acabar y algunos barracones en ruinas. Tiempo hasta aquí, una hora. Cruzo el curso de agua y avanzo por la derecha del mismo, remontando el barranco de Campo Plano.
Ibón de Campo Plano
El camino, ancho y muy marcado, me lleva ahora con cierta pendiente hasta los Ibones de la Facha, a unos 2.520 metros, llegando a los mismos tras 1,30 horas de progresión. Siguiendo de frente, remonto una pedregosa pendiente que me lleva, en poco rato, hasta el collado de la Facha, sobre los 2.665 metros. En este momento estoy situado perfectamente en la base de la ladera norte del Gran Facha. El pico se eleva majestuoso más de trescientos metros sobre mí. Giro, pues, hacia la derecha. Comienzo la subida hacia la cumbre por un sendero muy vertical, marcado constantemente con hitos, pero en algunos tramos bastante inestable. Progreso lentamente y, en algún punto del camino, debo ayudarme de las manos. Después de un buen rato de penosa y dura subida, alcanzo el punto de unión con la arista que proviene de la parte oeste del pico, y que está cerca de una pequeña elevación, la Punta Lagardère.
Cima del Gran Facha. Detrás, la mole de los Infiernos
A partir de este punto la pendiente se suaviza. Atravesando un par de pequeñas brechas, ahora por fácil camino, llego en poco tiempo hasta la cumbre cimera del Gran Facha (3.005 mts.). Tiempo total de ascenso 3 horas. En la cima, una imagen de la Virgen, situada en el interior de una pequeña capilla, me da la bienvenida.
Observo las espléndidas vistas que desde esta atalaya se divisan y, al cabo de un rato, comienzo a bajar. Regreso hasta el colladito que separa el Gran Facha de la cercana elevación. Después, en muy poco rato asciendo a la misma. Estoy en la cima de la Punta Lagardère (2.990 mts.). Vuelvo de nuevo al punto anterior y deshago con cuidado la vertical pendiente hasta el collado de la Facha. Girando hacia la izquierda bajo, ahora, hacia los Ibones de la Facha. Sigo el curso de agua del barranco de Campo Plano, lo cruzo hacia su otra vertiente, y prosigo por buen camino hacia el Ibón de Campo Plano. Desde aquí, tras unas 2,15 horas de descenso, el llano camino me lleva de nuevo hasta el refugio de Respomuso, desde donde regreso al aparcamiento. Desde el mismo, regreso a casa.
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