Yo al principio avanzo en zigzag pero, al cabo de un tiempo, cuando la pendiente decrece, inicio la subida directa a la parte alta del glaciar. A medida que se empieza a ver el glaciar en toda su extensión el cielo se cubre y un fuerte viento comienza a azotar la zona. La sensación de frío se incrementa y tengo que abrigarme más. Una vez en la base de la Punta de Chausenque, punto a partir del cual es fácil la ascensión a la misma y a la Espalda de Chausenque, y viendo que las nubes comienzan a tapar todo el cielo y el viento se acentúa, decido ir directamente a la base del Grand Vignemale para comenzar primero su ascensión. Tiempo hasta ahora 1,45 horas. Según como esté el tiempo ya veré que más cosas puedo hacer. Ya al pié de la cumbre, a unos 3.180 metros, abandono el glaciar para emprender la trepada final. Al principio unas rocas pulidas complican la ascensión, pero no constituyen un gran obstáculo. Más arriba hay muchas más presas, pero la roca está algo más descompuesta. No existe un camino perfectamente definido, por lo que cada montañero sube por el itinerario que cree más apropiado.

A partir de un cierto momento la pendiente se suaviza. Desde aquí, en unos escasos 10 minutos se alcanza la cumbre del Grand Vignemale o Pique Longue (3.298 mts.). Tiempo hasta esta cima 2,30 horas. Ahora es el momento de dirigirme hacia el Clot de la Hount. He leído que el acceso directo por la cresta desde el Grand Vignemale es algo complicado y, además, veo que hay bastante nieve en la arista. Por todo ello, y viendo que el descenso al collado de Cerbillona y la posterior subida por la cresta sur del Clot de la Hount es mucho más fácil, me decido por esta opción. Es decir, vuelvo a descender del Grand Vignemale siguiendo alguna vía sencilla de bajada y me dirijo, sin perder más altura, directamente hacia el collado de Cerbillona, que está a unos 3.195 metros. Desde aquí giro hacia la derecha y emprendo la subida por la cresta que conduce al pico. En poco rato llego al Clot de la Hount (3.289 mts.). Tiempo acumulado, 2,30 horas. Redesciendo por la misma cresta de nuevo al collado de Cerbillona. Desde el collado, siguiendo la cresta hacia el otro lado, alcanzo el pico de Cerbillona (3.247 mts.) en unos 20 minutos. En esta cima encuentro a una pareja que está haciendo el mismo itinerario que yo. Decidimos seguir juntos. Al poco, encontramos a un francés que marcha también en solitario. Se para a charlar con nosotros. Nos dice que él ha hecho este cresterío bastantes veces y, muy amablemente, se ofrece a guiarnos. De hecho, no hay pérdida alguna pues hay únicamente un camino, pero si él se lo conoce bien siempre estaremos más seguros.

Espalda Chausenque y Punta Chausenque desde la subida al Vignemale

Teniendo a la vista el pico Central, nos dirigimos a él. Descendemos, girando hacia la izquierda, el pico de Cerbillona. Muy fácilmente llegamos al collado que está entre éste y el Central, el collado de Lady Lister a 3.200 metros de alto. Lady Lister fue una rica aventurera británica que en agosto del año 1.938 ascendió al Grand Vignemale con el guía francés Cazaux, subiendo por la vía española, o sea por el el circo de Labaza y el corredor de la Moskowa. Desde este collado apreciamos a la derecha las dificultades de dicho corredor. Girando un poco a la izquierda, una suave cresta nos conduce al pico Central (3.235 mts.). Desde el Cerbillona hasta el Central, unos 15 minutos. Descendemos el pico Central con una sencilla bajada hasta llegar a una depresión intermedia, situada a unos 3.175 metros. A partir de aquí observamos la aérea arista que lleva al pico Montferrat. Es la famosa marmolera del Montferrat. El desnivel a ambos lados es impresionante y el espacio para transitar muy estrecho. Pero, a pesar de todo y salvo que padezcas de vértigo, el camino no es complicado. Solo hay que vigilar donde pones los pies y mirar poco hacia el vacío. De esta manera, y superando una cota intermedia, en 30 minutos nos plantamos en la cima del Montferrat (3.219 mts.). Tiempo hasta la misma, unas 4 horas.

Nos hacemos fotos mutuamente los cuatro y emprendemos el regreso en sentido contrario, porque seguir la cresta en dirección al Gran Tapou es bastante complicado y se va comenzando a hacer tarde. Además, como que el tiempo ha mejorado un poco, a mí me interesa volver al glaciar de Ossoue para intentar ascender a los tres picos que me he dejado esta mañana al otro lado del mismo. Al iniciar el descenso nos separamos. El compañero francés y la pareja descienden directamente en busca del inicio del glaciar para regresar al refugio de Baysellance. Yo, por mi parte, me dirijo hacia el centro del glaciar. Desciendo directamente por la pala de nieve que sube del mismo hasta muy cerca del cresterío. El desnivel es impresionante y a cada paso aseguro firmemente los crampones. Al cabo de un rato el desnivel mengua y ya, muy fácilmente, atravieso el glaciar y comienzo a subir por el otro lado.

Glaciar d,Ossoue

Me dirijo primero hacia el Pitón Carré. Me encaramo hacia la depresión entre éste y la Punta de Chausenque. Una vez allí, girando hacia la izquierda, en muy poco tiempo alcanzo el Pitón Carré (3.197 mts.). Desde el Montferrat, una media hora. Para ir a la Punta de Chausenque y la Espalda de Chausenque, en lugar de seguir por el recortado cresterío decido volver a bajar al glaciar, lo cual no me lleva mucho tiempo pues la nieve llega hasta muy arriba. Enseguida que puedo, subo en dirección a la horcada que, situada a unos 3.145 metros de altura, separa la Punta de Chausenque de la Espalda de Chausenque. Girando hacia la derecha, en unos 5 minutos, alcanzo la Espalda de Chausenque (3.154 mts.). Volviendo a la depresión, y subiendo en dirección contraria hacia la izquierda, en otros 25 minutos más alcanzo la Punta de Chausenque (3.204 mts.). Tiempo total desde el refugio, casi 4,15 horas.

Marmolera del Montferrat

Después. redesciendo hasta de depresión, bajo de nuevo al glaciar, lo atravieso directamente y en unas 2 horas estoy de nuevo en el refugio de Baysellance, a partir del cual inicio la bajada hasta el embalse de Ossoue. Deshaciendo el camino de subida del día anterior llego en unas 2,30 horas hasta el embalse, donde tengo el coche. Como que el camino de regreso a casa es muy largo, y ya preveyendo el problema, me he traído una tienda y saco de dormir. Monto la misma al lado del vehículo y me preparo para pasar la noche. Al día siguiente, muy de mañana, me levanto y vuelvo tranquilamente a casa.