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Pic de l,Estanyol (2.586 metros)

Roc de les Ombres (2.351 metros)

 

Entro en Francia y voy hasta las pistas de esquí de Portè-Puymorens. Dejo el coche en el parking de la Vinyola. Iba con la idea de subir al Pic de l,Estanyol, crestear hasta el Pic de Fontfreda y seguir el cordal por los picos de Valletes Est, Valletes y Punta de la Vinyola y finalizar en el Pic de la ,para descender de nuevo hasta el aparcamiento de la Vinyola. Pero ha hecho muy mal día, fuerte y gélido viento, y, una vez en la cima del Pic de l,Estanyol, viendo la complejidad de la cresta que lo une con la cima del Pic de Fontfreda y las verticales, descompuestas y elevadas canales de subida a este último pico he renunciado a seguir por la misma. Sí que he realizado la ascensión al Pic de l,Estanyol. Salgo del parking de la Vinyola, situado a una altura de poco más de 1.800 metros, y comienzo a subir por la ancha pista que se dirige hacia el restaurante “de altura”, como reza en sus indicaciones, que lleva el nombre de Tramontana. El nombre le viene al pelo ya que el viento sopla con bastante fuerza. Después de algo más de media hora llego a las cercanías del mismo, que está situado a unos 2.100 metros de alto. Es una pequeña construcción rodeada por varios remontes de las pistas de esquí y que tiene detrás de la misma el magnífico lago llamado el Estanyol. Este lago es bastante grande, muy fotogénico y con un agua de color verdoso.

 

 

Después sigo andando, remontando ahora una de las pistas de esquí, siguiendo un ancho camino y andando todo el rato cerca de una hilera de remontadores. Es una subida bastante constante y con un buen desnivel. Al llegar al último de los remontes la pista desaparece y aparece un cortado que baja hacia el valle y que no estoy seguro que sea practicable. Ahora tengo ante mí toda la zona de valle, mayoritariamente compuesta de canchales, con algún retazo de hierba. Más hacia la derecha el verde es predominante y puedo observar algunos caballos pastando cerca de otra serie de remontadores. También veo ya perfectamente las cimas que cierran el valle, el Pic de la Mina, la Punta de la Vinyola y las dos Valletes. El que no se ve es el Pic de Fontfreda que queda tras el Pic de l,Estanyol, que ahora tengo bastante vertical y elevado a mi izquierda. Aunque una precaria pista sigue aún un poco más hacia arriba, detrás mismo del último remontador veo una serie de hitos que suben ladera arriba supongo que hacia la cima del Pic de l,Estanyol. Y a ellos me dirijo. Comienzo a subir siguiendo dichos hitos y rastros de camino, con una fuerte pendiente, hasta que llego a un punto en el que encuentro una especie de depósito, usado supongo para algunos menesteres de la estación de esquí. Además, en los tramos finales del sendero, antes de llegar al depósito, observo hundidos en el terreno algunos cables, creo que eléctricos, que suben hacia el mismo.

 

Subiendo hacia el Pic de l,Estanyol

 

Una vez en las cercanías del depósito alcanzo una zona de cresta que sube hacia la cima del pico. Ahora, los rastros de sendero me llevan por debajo del cresterío, ya bastante recortado, faldeando un poco la montaña. La pendiente aumenta poco a poco y camino casi todo el rato por zona de roquedo. Al final transito sobre una serie de grandes piedras que son la antesala de la cima. Llego a la misma, formada por un amasijo de enormes rocas colocadas una sobre otra, después de unas 2,15 horas desde que he comenzado a caminar. Estoy, pues, en la cima del Pic de l,Estanyol (2.586 mts.). Un hito de piedras sobre una de las rocas conforma la cima. Después, observo frente a mí el cresterío que se dirije hacia el Pic de Fontfreda. Y lo que veo no me gusta demasiado. No es una cresta muy larga pero sí muy afilada. Había leído sobre la misma y sé que tiene un par de pasos complicados en los que hay que bajar y volver a subir.
Mirando hacia el collado de Fontfreda veo también las verticales y descompuestas canales, de más de ciento cincuenta metros de alto como mínimo, que desde el mismo suben hacia el Pic de Fontfreda, que tampoco es que me entusiasmen. Pienso en si sigo adelante o regreso hacia abajo.

 

Vistas desde la cima del Pic de l,Estanyol

 

Al final, decido dejarlo. Yendo solo prefiero ser prudente y no jugármela. Comienzo, después, a bajar en dirección oeste, resiguiendo la parte alta de la cresta que se dirige hacia la sencilla cima del Roc de les Ombres. Es un recorrido algo complicado, por zonas estrechas y muy pedregosas, y con bastante inclinación. Tras un buen rato de recorrer el cresterío llego a un estrecho y pequeño collado, justo en la base de la nueva cima. Desde el mismo, un fácil ascenso me deposita en la rocosa y poco prominente cima del Roc de les Ombres (2.351 mts.), con grandes vistas hacia el este y sobre la población de Porté.

Regreso, después, al colladito y comienzo a encontrar algunos hitos desperdigados que me invitan a bajar directamente hacia la zona en donde reposa el lago de L,Estanyol. Al principio es un descenso algo abrupto pero luego se suaviza. Poco a poco me voy acercando al punto donde se asienta el último de los remontadores. Todavía, desde aquí, intento mirar si pudiera flanquear un poco la ladera que baja hacia el valle, en dirección oeste y faldeando el Pic de l,Estanyol, por ver si fuera posible dirigirme hacia el Pic de Fontfreda por otro itinerario. Pero todo intento es vano. La parte norte de todas estas montañas es muy recortada. Al final desisto del todo y regreso, siguiendo los remontadores, hacia el restaurante Tramontana. Desde aquí resigo la amplia pista que me ha de llevar hasta el aparcamiento. Llego al parking de la Vinyola después de unas 2 horas desde que dejara la cima del Pic de l,Estanyol. Desde este punto intento ir en la dirección por la que tendría que haber regresado si hubiera podido completar la vuelta que quería realizar. De este modo llego hasta el centro del valle y puedo observar perfectamente todos los picos a los que quería ir y la manera de recorrerlos desde este punto, por si vuelvo por aquí en alguna otra ocasión. Además, para regresar realizo un recorrido distinto del de la subida llegando finalmente hasta el Col de Puymorens, desde el que bajo hacia el parking de la Vinyola. Ya en el coche comienzo el recorrido de vuelta a casa.

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