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Pic de l,Orri (2.559 metros)
Roc del Boc (2.772 metros)
Hace un tiempo intenté ir hasta el Roc del Boc desde la parte española, subiendo al cordal que separa España y Francia por el collado de Noufonts y bajando hasta el fondo del valle de L,Estanyet, con la intención de subir desde el otro lado del valle a dicho pico. Pero vi que la travesía se me haría demasiado larga y tendría que superar mucho desnivel entre la ida y la vuelta. Es por eso que subí solamente a la pequeña Agulla de l,Hereuet que está en la parte superior del valle de l,Estanyet y regresé al santuario de Núria por el collado de la Torre d,Eina, bajando por la Coma d,Eina. Después de leer sobre este pico, vi que la mejor manera de hacerlo era desde Francia, por el pueblecito de Planès. Hoy intento llegar al mismo por esta ruta. Salgo, pues, en dirección a Ribes de Freser, paso la collada de Toses y llego a Puigcerdà. Entro en Francia por Bourgmadame y, después de unos quince quilómetros, un poco antes de la conocida y turística población de Mont-Lluís, tomo una desviación hacia la derecha que me lleva hasta Saint Pierre des Forcats y, un poco más adelante, hasta Planès, que está situado sobre los 1.530 metros de alto. Dejo el coche en un pequeño aparcamiento cerca del ayuntamiento y comienzo a caminar. Empiezo a reseguir un GR, por un tramo de sendero que sube hacia la parte alta del pueblo. Paso al lado de la iglesia y, después, giro hacia la izquierda. Cruzo entre unos campos de pastos y, al cabo de unos veinte minutos, llego a una amplia pista.
En este punto abandono el GR, que comienza a remontar en dirección hacia la izquierda, y prosigo unos pocos metros hacia la derecha, justo hasta una parte rocosa muy ancha por donde comienzo a subir. Es la parte baja de la denominada Serra de l,Escaldat que, a partir del Pic de l,Orri y hasta el Roc del Boc, toma el nombre de Serrat de les Esques. Al cabo de unos pocos metros comienza un ancho sendero, algo difuminado por la cantidad de plantas que lo van invadiendo pero fácil de seguir, que empieza a remontar el cordal de la montaña, subiendo con fuerte desnivel, sin tregua ni descanso alguno. De vez en cuando encuentro algunos hitos, bastante separados entre sí, y pequeñas marcas de pintura roja, pero el camino, de momento, no tiene pérdida. Después de subir un desnivel aproximado de doscientos metros y en una zona donde la inclinación mengua un poco, encuentro un cruce en el que podría seguir de frente por llano camino, o subir hacia la derecha, de nuevo con mucha inclinación. Como sé que tengo que reseguir todo el rato el cordal, me desvío hacia la derecha.
Al cabo de unos quince minutos más, el ancho y enmarañado camino se convierte en senda, siempre con bastante desnivel y con algunos tímidos hitos de vez en cuando. Ya más arriba, en algunos tramos el sendero desaparece y no tengo más remedio que guiarme por los hitos que voy encontrando. Poco a poco el desnivel va decreciendo, la masa boscosa tiende a desaparecer y recorro ya bastantes tramos de pastos. Mirando de no perder el rastro de los hitos voy ascendiendo, hasta que, en un determinado momento, comienzo a encontrar trazas de roquedo que conviven con los pastizales. Un poco más adelante el arbolado desaparece por completo y me encuentro encima del aquí muy redondeado lomo de la Serra de l,Escaldat. Esta sierra separa los valles de Planès, al oeste, y el de Riberola, el este. Desde aquí ya puedo ver el primer pico al que me dirijo.
Los hitos tienden a desaparecer, pero la dirección es clara y no tengo ningún problema de orientación. Alternando tramos pedregosos con otros de vegetación, voy subiendo por la parte superior de esta sierra, en esta parte muy ancha, acercándome poco a poco al Pic de l,Orri. Justo cuando faltan unos cien metros de desnivel hasta llegar a su cima comienza una recortada cresta, que se puede obviar por ambos costados, muy poco complicada, la cual comienzo a remontar, llegando en unos diez minutos al monolito de piedras cimero del Pic de l,Orri (2.559 mts.). Tiempo hasta el mismo, aproximadamente, unas 2 horas. Las vistas desde el mismo ya son muy amplias, viéndose a lo lejos el rosario de cumbres que conforman la parte superior de la zona de Núria. Observo también la subida que, cada vez más estrecha, me ha de conducir hasta el Roc del Boc.
De nuevo comienzo a caminar, aun por terreno del mismo estilo que hasta ahora, pero cada vez abundando más el pedrerío, y encontrándome dos o tres prominencias intermedias, con sendos hitos en su parte superior, que tengo que atravesar. Poco a poco, con moderado desnivel, me voy acercando a una especie de antecima, ésta con un hito de mayor tamaño. A partir de aquí, la amplia y redondeada loma se transforma en cresta, cada vez más estrecha y recortada. En algún tramo se puede soslayar por su izquierda, pasando un poco por debajo de la misma, pero, a pesar de todo, con algunas dificultades. Con cuidado, excepto en un lugar donde hay un cortado desde el que desciende una vertical canal y en el que hay que bajar un poco para cruzar la misma y subir por el otro costado, la cresta es factible casi en su totalidad. Cerca del final, un pequeño hito me marca un corto desvío, también por la izquierda, para superar un resalte muy afilado. Enseguida, vuelvo sobre la misma, llegando en unos pocos minutos a la cima del Roc del Boc (2.772 mts.). Tiempo total hasta el mismo, unas 3,15 horas. Adornan esta cima una bonita cruz de hierro, una bandera catalana y un pequeño buzón metálico.
Después, prosigo mi camino. Mi idea inicial era descender por el costado contrario, destrepando el “Pas del Violoncel” (Paso del Violoncelo), paso al parecer de tercer grado o superior, hasta llegar al collado de Malaza y bajar hacia el valle de Planès, para regresar por el mismo hasta el pueblo que da nombre a dicho valle. Había leído reseñas de dicho paso y mayoritariamente se citaba que, aunque era muy vertical, no era demasiado complicado, pues tenía buenas presas y buena roca. Yo iba confiado en poder efectuar el recorrido circular, que al final no pude hacer. Bajo, pues, un buen trecho, en busca del citado paso. Pero una vez en su parte superior lo que veo no me gusta nada. Puede que subirlo sea más o menos fácil ya que puedes ver bien las presas y asirte donde veas más correcto, pero descenderlo, descenderlo ya es otra cosa. A la inseguridad de no poder ver las posibles presas ni su final, se une su gran verticalidad. Hay unos anclajes para montar un rappel pero yo voy sin cuerda y, además, incluso con cuerda, para una sola persona no creo que sea tarea fácil pues los herrajes están medio metro por debajo y habría que colocarse con una parte del cuerpo en el vacío. Visto todo esto, vuelvo a subir un poco de nuevo e intento descender por una pared de roca, menos inclinada, y a mi parecer bastante factible.
Lo hago y bajo un buen trecho, lo suficiente para acercarme al famoso paso, pero una canal anterior, delicada y muy vertical, me impide llegar a la base del mismo. Ya con todo este lío, y teniendo en cuenta que no quiero pecar de inconsciente, decido desistir de mi idea de bajar al collado de Malaza y opto por la única solución posible, volver a subir hasta la cima del Roc del Boc y regresar a Planès por el mismo sitio por el que he venido. Y así lo hago. Remonto la lisa pared por la que he descendido hace un rato, con cuidado ya que también tiene una caída de muchos metros, y regreso a la cima de nuevo. Sin detenerme, me pongo en faena sobre el largo cresterío que tengo por delante y, ahora, intento hacer la cresta entera por encima. Muy complicada no es, pero en algún tramo es muy aérea y fina. Además, la roca no es demasiado fiable, está bastante descompuesta. Solo la abandono en el tramo donde ya al venir había encontrado el cortado vertical, donde me veo obligado a descender un poco para cruzar la canal que baja del mismo.
Cima del Pic de l,Orri y cresta hacia el Roc del Boc
Poco a poco me voy acercando a la antecima por la que había pasado por la mañana y, desde aquí, la cosa ya se me pone más sencilla. Voy bajando un poco más hasta que llego a las cercanías del Pic de l,Orri, al cual ya no subo, sino que lo faldeo por su izquierda, llegando ya a la parte más llana en las cercanías de donde comienza la zona boscosa. Aquí, mis preocupaciones cambian. Tengo que estar muy atento a los hitos, ya que están bastante separados y no hay senda alguna que pueda seguir. En algún momento me encuentro perdido, y voy a un lado y a otro para ver si encuentro alguno de los mojones que marcan la ruta. Lo que más tengo en cuenta es de no bajar ni hacia un lado ni hacia el otro ya que el itinerario va siempre por el cordal del bosque. Poco a poco, con paciencia, voy siguiendo las pocas pétreas señales, hasta que llego al tramo en donde ya encuentro algo de sendero y no tengo que estar tan atento.
Vistas desde la cima del Roc del Boc
Voy descendiendo, después, entre el arbolado, hasta encontrar el sitio donde el sendero se vuelve más ancho y comienzo, posteriormente, a bajar, ya con fuerte pendiente, hasta el lugar donde tengo que encontrar la pista que he atravesado antes. Al fin, consigo llegar a dicha pista. Después, solo me queda recorrer el poco más de un quilómetro de fácil descenso por el GR hasta el pueblo de Planès. Han sido unas 2,45 horas de retorno. Ya en el coche comienzo el regreso a casa, haciéndolo de nuevo por la collada de Toses.
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