Después, sigo hacia la Torre d,Eina. Tengo que seguir una fácil arista, descendiendo unos 150 metros hacia el collado de la Torre d,Eina para volver a subir de nuevo, ahora unos 200 metros de desnivel, hacia el nuevo pico. El camino está muy marcado y no tiene dificultades remarcables. Teniendo siempre a mi izquierda el valle de Eina llego hasta el collado, a 2.650 metros de altura, que está marcado con un gran mojón de piedras. Bajo el mismo y, al otro costado del valle d,Eina, aparecen la pequeña Agulla de l,Hereuet y el circo y lago del Estanyet. Ahora vuelvo a subir, sobrepasando algunos pequeños escalones pétreos, y alcanzo en poco rato la cima de la Torre d,Eina (2.850 mts.). En la cima se encuentra una vieja cruz de hierro que soporta un vetusto buzón oxidado, junto con la reproducción de un enorme piolet del mismo tipo de metal, con una cinta atada al mismo. Desde el Pic d,Eina hasta la Torre d,Eina he empleado unos 40 minutos. Desde la cima de la Torre d,Eina se inicia un recortado cresterío en dirección noreste conformado por la esbelta Torre d,en Xillén, el Puig Conca sur y el Puig Conca nord y, al final, el Pic del Boc o de Malaza, todos ellos con más complicación montañera.

Unos rebecos atentos a mi paso en la subida al Pic d,Eina

Aunque lo veo bastante lejano, como que el camino parece muy fácil y bastante llano, teniendo en cuenta que hace un mes subí al Cambradase por la parte francesa y viendo que el día está muy bien, me decido a realizar el itinerario que va hasta el mencionado Cambradase, y de esta manera habré recorrido todo el cordal. Sigo hacia el norte, recorriendo el ancho cresterío y faldeando tres o cuatro puntas cercanas. Después de la última comienzo un descenso por un sitio algo más descompuesto, con tramos rocosos pero con excelentes agarres, sin demasiada complicación, para llegar en poco rato a las cercanías de una suave loma, algo elevada respecto al camino, y en cuya cima se encuentra un enorme hito y un palo de hierro, sobre unos 2.740 metros de altura. Desde aquí se divisa una fantástica vista hacia los picos de Cambradase y, evidentemente, todo el trazado del camino que lleva hacia los mismos. El recorrido es prácticamente llano, y sin ningún obstáculo reseñable. Después de andar un largo trecho, casi siempre por debajo de la ancha cresta, faldeando las vertientes que caen hacia el valle d,Eina por marcado y sencillo camino, ya en las cercanías del Cambradase, un pequeño sendero sube hacia la derecha en dirección al pico. Cojo el mismo y, en poco rato y nuevamente sin dificultad alguna, alcanzo el Cambradase (2.750 mts.). En su cima de nuevo otra cruz de hierro, muy original, con unos lazos de ropa de colores anudados a la misma. Las vistas hacia el norte y noroeste son fantásticas, así como hacia las llanuras francesas que se encuentran debajo, con los bonitos pueblos de Font-romeu y Mont-Lluís. Más lejanas y al otro lado, nuevas elevaciones montañosas, con cumbres como el Carlit y el Puig Peric. El recorrido total hasta esta cima me ha llevado unas 2,45 horas.

Cima de la Torre d,Eina