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Pic de Monestero (2.877 metros)

Monestero Est (2.798 metros)

 

Voy hacia el pueblo de Espot, donde pernocto. Al día siguiente subo con mi coche hasta el parking de Prat de Pierró, a unos 1.650 metros de altura, en donde ya no dejan subir más arriba. Comienzo a andar por el trillado y muy bien conservado sendero, perfectamente preparado para las personas que quieran subir hasta el Estany de Sant Maurici en plan turista. Asciendo rápido este tramo de camino ya que no es una zona que me interese mucho y, abandonando el camino que llega hasta la presa del lago, me desvío hacia la izquierda siguiendo las indicaciones que me dirigen hacia el refugio Ernest Mallafré, a unos 1.890 metros, al que llego después de unos 45 minutos de andadura. Paso frente al refugio y prosigo un rato más hasta que encuentro la desviación que de frente se encamina hacia el valle de Monestero y, hacia la derecha, se dirige hacia el valle de Subenuix. Yo sigo de frente, siempre por claro y marcado sendero, que poco a poco va comenzando a remontar el valle. Durante mucho rato el desnivel aumenta muy lentamente. Solamente en algún corto repecho la inclinación se acentúa. Voy subiendo todo el rato al lado del barranco de Monestero, que baja bastante caudaloso por esta parte inferior. Paso cerca de un pequeño rebaño de ganado vacuno y prosigo hasta una parte herbosa y llana, denominada Pletiu de Cantals de Monestero, sobre los 2.100 metros de altura, y en la cual están puestas varias pasarelas de madera, ya que es una zona de humedales y quizás en algún momento del año sean necesarias para cruzar la misma.

Una vez atravesada esta ancha pradera entro de nuevo en una parte más cerrada, siempre por el costado derecho del barranco. Un poco más adelante encuentro de nuevo otra zona llana, el Prat de Monestero, más amplia que la anterior y por donde el agua del barranco de Monestero se desliza lentamente formando algunos meandros. El curso de agua es tan ancho que existe un puente construido con troncos, muy bien arreglado por cierto, por el que cruzarlo. Es más o menos por esta zona desde donde yo supongo que debe de existir algún itinerario para acceder al collado de Coté y pasar al contiguo valle de Subenuix o subir al pico del Feixants de Monestero. La verdad es que, si existe sendero, yo fui incapaz de verlo. Pasado dicho prado veo el pequeño remanso de agua que constituye el Estany Feixant, y un poco más adelante el sendero remonta de nuevo y poco a poco se va complicando, atravesando en algunos momentos zonas con algunos canchales. Al cabo de poco tiempo llego ya al Estany Baix de Monestero, a unos 2.200 metros de altura. Sin ser tampoco demasiado grande, tiene bastante más entidad que el Estany Feixant y destaca su color verde azulado bajo los contrafuertes de las torres de los conocidos Encantats.
Tengo a mi izquierda las estribaciones del Pic Morto y toda la afilada sierra de Sobremonestero, frente a mí la antecima del Pic de Peguera y a mi derecha, altivas, las verticales paredes que se desprenden del Pic de Monestero. Un panorama soberbio. Sigo aún llaneando durante bastante rato acercándome al fondo del valle y, bastante antes de llegar a otra ancha llanura final, me desvío hacia la izquierda, ahora ya con bastante más inclinación, faldeando los contrafuertes que se desprenden del pico al que me dirijo. El camino sigue siendo bastante bueno. Abundan los hitos y las clásicas señales del Parque Nacional en forma de postes de madera con la punta pintada en color amarillo. Después de sobrepasar un par de repechos, aún entre árboles y vegetación, alcanzo una señal en un poste metálico que me indica la dirección hacia el collado de Peguera, de frente, o el de Monestero, hacia la izquierda. A partir de aquí la inclinación va aumentando cada vez más y, aunque el camino a veces se difumina, los hitos de piedras y las marcas de los postes siguen jalonando el mismo. Otra vez dos nuevos repechos, verdes todavía, y entro en una zona menos inclinada que me lleva ya definitivamente hasta la base de la empinada muralla que sube hacia el collado de Monestero.

 

 

Aunque es una pendiente llena de pequeños canchales, entre los mismos encuentro algo de sendero, un poco resbaladizo por ser bastante arenoso, pero que me permite subir menos penosamente, ya que va dando varias lazadas hasta alcanzar la parte superior. Al fin, después de un rato de dura subida, alcanzo el collado de Monestero, que está más o menos a una altura de 2.725 metros y el centro del cual lo preside un enorme hito formado por una gran multitud de pequeñas rocas. Tiempo hasta aquí, unas 3 horas. A mi derecha tengo la antecima del Peguera y el sendero que se dirige a dicho pico faldeando la misma. Y a mi izquierda, mi objetivo, ahora ya bastante cercano. Saco algunas fotos y, enseguida, comienzo a remontar los ciento cincuenta metros que me separan del mismo, faldeando por su derecha, siguiendo visibles hitos en todo momento. Un poco antes de la cima, atravieso la cresta que sube desde el Monestero Est y alcanzo la misma por su parte noreste. Estoy, pues, en la cima del Pic de Monestero (2.877 mts.). Hay hitos cimeros sobre dos rocas distintas, siendo el más pequeño el situado en la roca que está a más altura. Tengo enfrente el Pic de Peguera y el Tuc de Saburó, encima del rosario de pequeños lagos que culminan en el Estany Gran de Peguera. Detrás, la cresta del Monestero al Fonguero. Bajo la misma, el Estany Amagat y los pequeños Estanys Escondits. A lo lejos diviso, enorme, el Estany Trullo, y el Estany Tort de Peguera. Observo la cresta que se orienta hacia el este y que, tras un pequeño collado, vuelve a subir y acaba en el Monestero Est.

 

Cima del Pic de Monestero. Enfrente, el Peguera

 

Sin hito alguno desciendo primero por la cresta y posteriormente por su izquierda hasta el collado, formado por varios enormes bloques rocosos. Ahora, siempre por la izquierda, comienzo a subir en dirección al nuevo pico. La progresión no es demasiado complicada y en unos veinte minutos desde la cima del Monestero alcanzo la sencilla cima del Monestero Est (2.798 mts.). Tiempo total, algo más de 3,45 horas. Intento, después, ver si es posible regresar al collado de Monestero sin volver sobre mis pasos, es decir volviendo a subir al Monestero. Por este costado sur la pendiente es mucho más acentuada.

 

Subiendo hacia la cima del Monestero Est

 

Bajo del pico y en el collado que separa ambos Monesteros intento ver si existe algún modo de faldear en dirección al collado de Monestero. Al final, veo una pequeña brecha bastante vertical que parece practicable. Para no tener que subir de nuevo al Monestero, me decido a probar suerte. Craso error. Voy descendiendo por terreno delicado y muy inclinado, pero no encuentro continuación fácil alguna. Con tiento voy siguiendo, intentando no perder altura, pero cada vez las cosas se me complican más y el terreno se pone más abrupto. Al final llega un momento en que algunos bloques bastante verticales me impiden el paso. A pesar de la inclinación, como que no quiero volver atrás ya que sería perder mucho tiempo, solo veo la opción de intentar descender bastante hasta un sendero que veo algo más abajo y que sube fácilmente hasta el collado de Monestero o probar de ir hacia arriba hasta encontrar los hitos existentes en el camino correcto utilizado para subir. Al final opto por lo segundo. Subo, poco a poco y con mucho cuidado, hasta que a lo lejos observo uno de los hitos que busco. He perdido una media hora y me he complicado bastante la vida. Definitivamente, lo mejor habría sido regresar hasta el Monestero y descender al collado por la vía normal. Pero bueno, a veces uno no acierta siempre. 
Pero ahora ya estoy en el sitio correcto. En poco rato alcanzo el collado de Monestero y comienzo a descender, ahora bastante más rápido, por el serpenteante sendero. Voy bajando, ya más tranquilo, hasta encontrar la desviación de los dos collados, el de Peguera y el de Monestero. Sigo el camino hacia el fondo del valle. Atravieso el Estany Baix de Monestero, el pequeño Estany Feixant, y llego, al cabo de un cierto tiempo, a las cercanías del refugio Ernest Mallafré. Enseguida alcanzo al ancho camino que desciende hacia el aparcamiento de Prat de Pierró, al que llego tras casi 4 horas de descenso, a las que hay que descontar la media hora perdida al inicio del mismo. Bajo hasta el coche y comienzo el regreso a casa.